Por Enrique Genovar

No fue bueno lo que hizo Central en Junín. Más allá de la victoria, lo más importante en esta clase de partidos, el equipo de Eduardo Coudet estuvo lejos de la mejor versión. Es que no le sobró absolutamente nada para ganarle a un rival de categoría inferior y transpiró de más para quedarse con el juego.

Pero para explicar la presentación del Canalla hay que enumerar los atenuantes que existieron en el primer juego del semestre.

Lo primero es que el encuentro por la Copa se dio en pleno proceso de pretemporada. Una pretemporada extenuante donde los jugadores trabajan intensamente para conseguir una de las aptitudes que lo llevó a pelear arriba desde que asumió el actual cuerpo técnico.

Otra de las alternativas negativas fue la baja sensible y la falta de recambios para suplir a jugadores que fueron esenciales hace poco tiempo atrás.

Por otro lado, la presencia como titulares de dos refuerzos que tuvieron no más de una semana para ensamblarse en un equipo y que sin dudas ante Villa Mitre se notó y mucho. Y por último, a este plantel le faltan refuerzos en todas las líneas.

Atenuantes que incidieron en el desempeño flojo que tuvo el equipo ante un rival inferior. Cuestiones que deberán ser tomadas con seriedad pensando en el futuro…