Por Enrique Genovar

Cuatro días decisivos. En pocas horas el Canalla jugará a todo o nada. Primero, el domingo, intentará continuar con la ilusión en el Torneo de 30; y luego, el miércoles, sin depender de nadie irá por la Copa Argentina. Claro que tendrá un duro escollo por delante: Boca.

El rival canalla viene dolido, obligado y tiene a uno de los mejores jugadores del fútbol actual: Carlos Tevez. Pero Central tiene con qué hacerle frente: es el de mejor juego de todos y tiene al goleador de la temporada: Marco Ruben.

El campeonato asoma como la empresa más complicada. Sin embargo sería un error fijar el objetivo en el miércoles y saltear el domingo. Más allá que no depende de sí, hay todavía 90 minutos por delante. Por todo esto, Central debe apuntarle a Banfield y esperar “una manito de Tigre” para llevar todo a la última fecha o a un desempate por la gloria ante el conjunto de Arruabarrena.

Allá por las 20 del domingo, recién ahí vendrá el tiempo de empezar a pensar en Córdoba. Allí la cosa es diferente, ya que más allá de que se trata del mismo rival a vencer la cosa es mano a mano.

Serán cuatro días cruciales, cuatro días de ilusión y nerviosismo a la vez para el pueblo auriazul. Pero sin dudas, podrán ser días para quedar en la historia. Muchos recordarán el campeonato, en 2006, que perdió el Boca de Lavolpe y otros, de cara al miércoles, pensarán en que en Córdoba el Canalla alcanzó una estrella en el 80.

Central va por la gloria, esquiva desde hace rato. Pero nada le será sencillo porque enfrente está Boca, un club obligado por lo conseguido por River y al mismo tiempo exhortado a volver a gritar campeón por el designo de su historia. Pero esto poco le importa a los hinchas canallas, que se preparan a vivir los cuatro días más intensos de los últimos años… los cuatro días más locos, tal vez, de su historia.