El gobierno del primer ministro neerlandés Mark Rutte se disolvió este viernes después de un año y medio por discrepancias entre los cuatro partidos de la coalición sobre la estrategia migratoria para contener el flujo de refugiados, decisión celebrada por la derecha, informaron los medios locales.

«El gobierno no alcanzó un acuerdo sobre las medidas a adoptar para contener la afluencia de solicitantes de asilo. Así terminó el gobierno Rutte IV», expuso el Ejecutivo en referencia a su cuarto mandato que lo convirtió en el gobernante que más tiempo duró en el cargo.

El secretario de Estado, Eric Van der Burg, había hecho un último intento de mediación, que preveía una suspensión temporal de las reagrupaciones familiares en caso de un aumento excesivo de los flujos migratorios.

Para los liberales y, sobre todo para la Unión Cristiana, la medida era excesivamente severa y al final, el gobierno cayó.

Rutte, del Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD, centroderecha), buscaba que los otros tres partidos de la coalición gubernamental instauraran un sistema de cuotas para limitar el número de niños procedentes de zonas de conflicto susceptibles de obtener asilo en Países Bajos.

Su propuesta era de restringir el número de reunificaciones de niños con sus familiares refugiados, ya establecidos en Países Bajos, a 200 por mes y amenazó con disolver el gabinete si sus aliados no la aprobaban.

Pero el partido conservador Chistian Uni, que le aportó a Rutte el apoyo del electorado protestante del centro del país, se opuso radicalmente a ese plan y tampoco apoyó la iniciativa la formación D66, de centroizquierda.

Esos tres partidos, junto con el CDA, de centroderecha, mantuvieron negociaciones hasta esta madrugada, sin alcanzar un compromiso, recogieron las agencias de noticias AFP y ANSA.

Rutte pone fin así a su cuarto mandato desde su primera entrada en funciones, en octubre de 2010.

Este último se inició en enero de 2022, con una coalición que tardó nueve meses en constituirse después de las elecciones de marzo de 2021.

El fin de su tercer periodo fue provocado por un escándalo relacionado con las subvenciones familiares.

Rutte, apodado «teflón» por su capacidad de supervivencia política, intenta con la actual disolución de su gabinete ahorrar energías para librar batalla con un ala de su partido que defiende una línea más dura en materia de política migratoria y de acogida de refugiados.

Según los medios locales, ahora es muy probable que las elecciones se realicen en octubre.

En ese contexto, la derecha celebró: «Adieu Rutte», escribió en Twitter su líder, Geert Wilders.