MIéRCOLES, 27 DE NOV

La iglesia católica criticó la «inequidad entre pocos que concentran poder y los que buscan bien común»

Esas fueron las palabras utilizadas por el arzobispo de San Juan de Cuyo, monseñor Jorge Lozano, en el marco de la cumbre mundial de medio ambiente COP26 de Glasgow. Además, apuntó contra "la voracidad consumista" que busca una "rentabilidad a cualquier costo".

 

El arzobispo de San Juan de Cuyo, monseñor Jorge Lozano, criticó hoy «la voracidad consumista» que busca una «rentabilidad a cualquier costo» que afecta más a «los pobres y las comunidades que viven en entornos aún naturales» y advirtió que hay «una gran inequidad entre los pocos que concentran riqueza y poder y los que buscan el bien común, la justicia y la solidaridad».

Lozano hizo estas reflexiones en el marco de la cumbre mundial de medio ambiente COP26, que se desarrolla en Glasgow (Escocia), sobre la base de un trabajo realizado por la Alianza de Redes Eclesiales para la Ecología Integral.

Allí se alertó que «nuestro mundo está en llamas, se está derritiendo, inundando, sufriendo sequías extremas e impactos en múltiples ámbitos de la sociedad. La responsabilidad de la humanidad en el cambio climático de nuestro planeta es ahora un hecho. El sistema que sostiene nuestra forma de vida en la Tierra está enfermando a nuestro planeta».

Para el prelado «no es cuestión de seguir echándole la culpa al termómetro. Es urgente establecer vínculos amigables entre la humanidad y el planeta. La voracidad consumista se está llevando por delante la casa común», informó la agencia católica AICA.

Añadió que eso es «un atropello que lo invade todo y sólo busca rentabilidad a cualquier costo. Los más afectados, como siempre, son los pobres y las comunidades que viven en entornos aún naturales».

Lozano, secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), citó la encíclica Laudato si’, del papa Francisco, y resaltó que «como contrapartida al maltrato del ambiente, hay muchas personas y organizaciones que están realizando esfuerzos enormes por salvar al planeta y a la humanidad que lo habita».

«Pero la disparidad de fuerzas y recursos es enorme. Hay una gran inequidad entre los pocos que concentran riqueza y poder, y los que buscan el bien común, la justicia y la solidaridad», alertó.

«No alcanza con unos cuantos parches. Hace falta un cambio de paradigma en los estilos de vida y de producción», enfatizó.

Sobre el sistema medioambiental, dijo que «el cambio climático produce calentamiento global. Y con este aumento paulatino de la temperatura se derriten los glaciares, aumenta el nivel de los océanos, se contamina el aire, no hay posibilidades de vida para unas cuantas especies».

Tras considerar que las probabilidades de acuerdos eficaces en la COP26 «son todavía inciertas», pidió acompañarla «con la oración y demanda de justicia».

«Se está comprometiendo el presente y el futuro del planeta, que es único. No hay otro al cual mudarnos cuando este no soporte más. Cuidemos la casa que es de todos», enfatizó.

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