Todas las semanas se emite por el canal de YouTube de Conclusión un ciclo que busca acercar la realidad, para poder interpelarla profundamente. Es por ello que Catalejo, a lo largo de treinta minutos, aborda diversos temas ligados a la actualidad, cultura, salud, política, opinión e investigación, tratando de amplificar en todos los casos, un imprescindible debate.

En este capítulo, Gisela Gentile y Alejandro Maidana dialogan con Raúl Zárate, vecino de Capilla del Monte e integrante de la Asociación Tren de Punilla sobre la importante noticia de la llegada del tren a esa ciudad serrana tan bella. Una militancia que llevó 8 años de arduas luchas, un camino pedregoso que finalmente encontró en la estación esperanza, ese sueño perdido gracias a despiadadas políticas neoliberales.

El tren, ese medio de locomoción que en sus vagones cargaba un bagaje repleto de historias y magia, hoy lucha por pegar la vuelta desde la estación esperanza. Amigo de lo posible, adalid de los desvalidos y compañero del medioambiente, este catalejo que acercaba los paisajes más maravillosos de nuestro país, no se resigna a ser solo una foto en un húmedo y desvencijado andén ferroviario.

Como olvidarnos del tren, si aún escuchamos su ulular cuando cerramos los ojos para de esa manera, poder aferrarnos con fuerza a los recuerdos más cálidos que sabemos cobijar. El tren es el grito de esa hinchada futbolera, que, fundida entre gorros, banderas y vinchas, acumulaba kilómetros para poder ver de cerca al suyo. Ahí va el tren, empujando la igualdad de posibilidades, porque para los privilegios, nunca hubo boleto.

 

El retorno del Tren de Las Sierras a las localidades del Valle de Punilla viene generando gran expectativa, entre la esperanza por recuperar el servicio y la nostalgia por un medio de transporte que sufrió décadas de abandono. Tuvieron que pasar varias décadas para que la red ferroviaria de esa bella zona de la provincia de Córdoba volviera a cobrar vida, por ello la valoración y defensa de esta imprescindible política pública, debería ser patrimonio de todas y todos los argentinos.

En Argentina, si bien los censos suelen ser falibles en algunos casos, se calcula que son alrededor de 2.500 los pueblos rurales que resisten para no desaparecer, ya que el 93% de los habitantes de este país se concentran en los aglomerados urbanos. No es azaroso, a la desaparición del tren, se le sumó un modelo productivo arrasador y expulsivo que colaboró de sobremanera para que la ruralidad hoy se asemeje más a un desierto verde de soja, que a aquella que supimos conocer.

La agrupación es ATP (Asociación Tren de Punilla) está conformada por varias personas que se encuentran morando en distintas localidades del Valle de Punilla, como así también en Córdoba Capital. “Nuestra lucha arrancó años atrás con la intención de que el tren regrese a nuestra zona y que podamos gozar nuevamente de los servicios de un medio de locomoción como ese”, comentó Raúl Zárate, integrante de la Asociación Tren de Punilla y vecino de Capilla del Monte.

Aferrado a inolvidables recuerdos, así fue como Raúl y un puñado de exusuarios envalentonados por la melancolía y el deseo, comenzaron a montar mesas en ferias que se armaban en los distintos pueblos con la idea de reclamar por la vuelta del tren. “Íbamos con nuestra mesita, poníamos los bandos, algún tipo de pasacalle e invitábamos a la gente a sumarse con su firma. Allí asentábamos las planillas para pedir la adhesión de la gente. Como dato no menor, creo que en todos los años que hemos hecho ese trabajo, solo hemos recibido a tres personas que mostraron su oposición al proyecto”.

Hace muy pocos días el Tren de las Sierras arribó a tierras capillenses, un logro que parecía utópico para los más incrédulos. “Celebramos la llegada del tren a Capilla, destacando que por ahora se va a hacer la cabecera de la línea. Después la lucha será para que el tren llegue a Charbonier y Cruz del Eje, esta maravillosa realidad se debe a que hubo en 2015 un proyecto presentado por Cristina Fernández Kirchner, si bien vale la penda destacar que el mismo estuvo cajoneado durante los cuatro años de gobierno macrista”.