La comisión ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), encabezada por su titular, monseñor Oscar Ojea, se reunió este miércoles con el presidente Alberto Fernández, con motivo del tradicional saludo de Navidad.

El encuentro se realizó esta tarde en el despacho presidencial de Casa Rosada, según informaron fuentes oficiales.

En representación de la Conferencia Episcopal participaron también los vicepresidentes primero, monseñor Marcelo Colombo, y segundo, monseñor Carlos Azpiroz Costa, el secretario General, monseñor Alberto Bochatey, y el director de Comunicación y Prensa de la Secretaría General, presbítero Máximo Jurcinovic.

Po su parte, el mandatario estuvo acompañado por los ministros de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Santiago Cafiero; y Desarrollo Social, Juan Zabaleta; y el secretario de Culto, Guillermo Oliveri.

La visita se produjo en el marco de la 189° reunión de Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Argentina que comenzó el pasado martes y se prolongará hasta la tarde de este miércoles.

Precisamente, este mediodía la comisión permanente de la CEA convocó a vivir una Navidad con “alegría profunda y verdadera”, a pesar de los “fracasos y desilusiones”, y exhortó a “ponerle el hombro a nuestra Patria”.

“Hermanas y hermanos de nuestra Patria argentina, en este tiempo cercano a la Navidad brilla la figura de Jesús. Ese niño tan nuestro nos habla de un Dios que está cerca, que quiere acompañar nuestras luchas y sanar nuestras heridas”, dice un mensaje difundido por la oficina de prensa del Episcopado.

La declaración se conoció al término de la reunión de la comisión permanente de la CEA, que encabeza el obispo de San Isidro, monseñor Oscar Ojea.

“Somos pastores en medio de nuestro pueblo, con vocación de dialogo, y conocemos sus sufrimientos, angustias y esperanzas. A pesar de tantos fracasos y desilusiones, este pueblo bueno sigue esperando”, continúa el mensaje navideño.

En ese marco, los obispos agregaron: “Puede sonar extraño en este contexto difícil, pero en Navidad queremos invitarlos a la alegría. La alegría profunda y verdadera. La alegría que viene de Dios. La alegría de los pobres que a pesar de todo siempre encuentran algo para celebrar y agradecer. La alegría de las familias que, como la de Jesús, María y José, siguen siendo espacios de consuelo y contención”.

“Jesús, Príncipe de la Paz, nos ayude a ponerle el hombro a nuestra Patria; porque no dejamos de soñar con una Argentina donde reine el amor a la vida, a la verdad y a la justicia”, reflexionaron los prelados en el texto.

Y concluyeron: “Gracias, muchas gracias a todos los que eligen superar el individualismo y optan por la generosidad y el servicio, porque es la opción que hizo Jesús desde la Navidad y hasta dar la vida, sin guardarse nada. Que Dios nos bendiga para poder empezar un año mejor”.