El papa Francisco criticó hoy a «la gente que hace la guerra y no sabe dominar sus pasiones», ante una multitud de fieles que se congregaron en la plaza de San Pedro, en el Vaticano, durante el Ángelus dominical.

«Dios nos educa en la verdadera libertad y responsabilidad con la Ley. Consiste en vivirla como un instrumento de libertad porque me ayuda a ser libre y a no ser esclavo de las pasiones y del pecado», dijo el Santo Padre.

En ese sentido, añadió: «Pensemos en las guerras, en las consecuencias de las guerras, pensemos en esa niña muerta de frío en Siria el otro día, tantas calamidades. Esto es fruto de las pasiones. La gente que hace la guerra no sabe dominar sus propias pasiones».

Además, el Sumo Pontífice advirtió que «cuando se cede a las tentaciones y a las pasiones, no se es dueño y protagonista de la propia vida sino que eso te hace incapaz de gestionarla con voluntad y responsabilidad».

En su discurso previo al rezo mariano sobre el Evangelio de este domingo, que habló del «Sermón de la Montaña» y del cumplimiento de la Ley, el Papa continuó: «Acogiendo la Ley de Dios en el corazón se comprende que, cuando no se ama al prójimo, uno se mata de alguna manera a sí mismo y a los otros, porque el odio, la rivalidad y la división matan la caridad fraterna que basa las relaciones interpersonales».

«Pero Jesús es consciente de que no es fácil vivir los Mandamientos de una manera total y tan profundamente. Por eso nos ofrece la ayuda de su amor: vino al mundo no sólo para cumplir la Ley, sino también para darnos su gracia, para que podamos hacer la voluntad de Dios, amándolo a él y a nuestros hermanos y hermanas», cerró Francisco antes de saludar desde la ventana del Palacio Apostólico a los cientos de fieles apostados en la plaza.