El presidente de la Argentina, Alberto Fernández, en una entrevista realizada para el programa Corea del Centro, expresó su preocupación sobre como el Papa Francisco podía tomar la presentación del proyecto de ley del aborto legal.

«Espero que no se enoje» mencionó el responsable del Ejecutivo nacional, y afirmó que, a pesar de ser católico, tiene que resolver «un problema de la salud pública argentina«.

Fernández aseguró: «Yo soy católico, pero tengo que resolver un problema de la sociedad argentina. Valéry Giscard d’Estaing es el presidente de Francia que aprobó el aborto en Francia, y en su momento se lo reclamó el Papa de entonces, cómo siendo católico estaba promoviendo eso, y la respuesta fue ‘yo gobierno para muchos franceses que no son católicos y tengo que resolver un problema de la salud pública’».

Llegado el momento de la pregunta de parte de los entrevistadores, sobre si él pensaba que «¿Se enojará el Papa por esto?», el primer mandatario respondió: «Yo espero que no, porque él sabe cuánto lo admiro, cuánto lo valoro y espero que entienda que tengo que resolver un problema de la salud pública argentina. Finalmente el Vaticano es un estado dentro de un país que se llama Italia donde el aborto está permitido desde hace muchos años. Así que espero que entienda».

Además agregó que el proyecto del aborto «no es contra nadie«, sino más bien «es para resolver un problema», acentuando el hecho de que «la legalización del aborto salga, no lo hace obligatorio, y los que tienen sus convicciones religiosas, muy respetables todas, no están obligadas a abortar».

Así como había prometido durante la campaña electoral, Alberto Fernández presentó el proyecto de ley para la legalización del aborto el 17 de noviembre, aunque aún no se sabe la fecha de discusión en el parlamento. Se estima que será incorporado dentro de las sesiones ordinarios para el mes de diciembre.

Durante la entrevista, Fernández aseveró que hasta el momento el proyecto contaría con la cantidad de votos necesarios para la aprobación del mismo.