“Hoy San Lorenzo está acongojada por el derrumbe del Paseo de la Libertad, pero cuando desde hace años y desde la Asamblea Permanente por la Vida advertimos sobre estas cuestiones, la mayoría de los asombrados de hoy nos dieron la espalda. Sino, esto quizás no habría pasado”; así se expresó en su cuenta de Facebook, Dante Sandrigo, integrante de la organización ecologista, luego del desplome del puente costero que se viralizó en las redes sociales.

Según informó el portal SL24, la ONG realizó una publicación en el 2010 bajo el título «Desbarrancados», en donde advertían que “el agua que desplazan los barcos golpea incesantemente la barranca produciendo una vibración que la resquebraja, separando lonjas de tierra que, definitivamente, caen».

«Así, periódicamente vemos desaparecer para siempre partes de lo que nos pertenece, menguando un paisaje irrepetible», continuaba el texto, que terminó viéndose reflejado este martes con el derrumbe final de gran parte del mismo.

Sandrigo, a su vez, criticó la actitud pasiva de los ciudadanos y aseguró que la solución era «muy sencilla e incluso económica», la cual podría haber sido «simplemente llenar los vacíos con escombro y con tierra, formando en la base de la barranca un terraplén que actúe de contención”.

Además, el integrante de la organización ecologista denunció que «las obras de dragado del río (Paraná) tienen un importante costo económico que en su mayor parte asume el Estado, y las empresas abonan, a su vez, elevadas tarifas de peaje que recauda otra empresa», y que en ello «no está contemplado un gasto mínimo que es el que corresponde para las obras de protección de las barrancas».

«No se incluye ese gasto porque a nadie le importa: ni a las empresas, ni a las autoridades estatales y, lo que es peor, ni a la misma gente”, criticó ahora y en su momento.

A la hora de describir la actividad de la costa, Sandrigo sostuvo al medio sanlorencino que «al año son entre cinco y ocho mil naves» las que circulan ida y vuelta, lo quer terminan siendo «cerca de quince mil barcos de gran porte”.

“El observador que parado de frente al río ve pasar a los barcos notará también que desplazan un importante volumen de agua, que genera olas sonoras y potentes que se desarman en la costa; ese agua desplazada golpea incesantemente la barranca produciendo una vibración que la resquebraja, separando lonjas de tierra que definitivamente caen”, concluyó para explicar el incidente.

 

Foto: Pregon.me