Por las inclemencias climáticas los residentes de las costas y las islas del delta de Entre Ríos y de Santa Fe se encuentran amenazados en sus condiciones de vida y con daños en la actividad que desarrollan cotidianamente.

El líder de los pescadores Juan Cárlos Villareal dialogó con Conclusión y afirmó: «Que en las condiciones en las que está el río no se puede pescar, por este motivo habrá una audiencia en el Ministerio de Trabajo de la Nación el día martes a la 9 agosto con las autoridades».

Además, adelantó que «es momento de comenzar a trabajar porque las secuelas que se sufren por no poder estabilizar la economía de los pescadores por los cupos que imponen a la pesca, pone a los 2000 trabajadores del río y sus familias al borde de la desesperación».

«La crecida del Paraná, obligó en algunos casos a evacuar familias – dijo Juan Cárlos Villareal – y eso está afectando a todos por lo que se hace necesario contemplar la realidad de todos los distritos convocando a los empresarios y a los miembros de la secretaria de pesca»

isla

El pescador también aseveró que intento contactarse con Marcelo Beltrán, del Ministerio de Desarrollo Social de Santa Fe, quién también está convocado a la audiencia del martes para solicitarle una ayuda para paliar la situación , pero aún el funcionario no se dio por enterado».

El dirigente expresó que «todos los frigoríficos tienen un cupo de 60 toneladas, pero algunos de ellos ocupan a 20 o menos trabajadores y otros solamente a dos, eso distorsiona las ganancias de las empresas y la política laboral, y cuando se produce un fenómeno climático de esta naturaleza empeora todo».

En el departamento Victoria las cosas no son mejores, los habitantes de los parajes isleños que viven del cuidado del ganado de engorde en sus campos están sin poder hacerlo y los 1500 pescadores enfrentan la misma realidad que sus pares de la costa del Paraná.

El cupo de pesca empobreció a los trabajadores de ambas orillas, el agua los alejo de sus lugares y la pesca que estaba acotada ya no es posible, hoy no se llega ni al cupo y los mil pesos por semana que percibían `por vender la cosecha de la pesca hoy ya no existe, el agua lo inundo todo, incluso las expectativas de una solución a corto plazo.

Alfredo Camuglia, dirigente de los pescadores del departamento Victoria, que cortaron días pasados la cabecera del puente en Victoria, reclamando una mejora del precio e incremento del cupo de pesca no dibujó un panorama alagueño.

barco encallado

En el departamento Diamante, las lluvias desmejoraron notablemente los caminos y transitarlos para vender lo poco que se pescó, sume en la desesperación a los pescadores.

Si bien se han hecho intentos recientes para mejorar las condiciones de los trabajadores del río por medio de capacitación que se organizó en ambas orillar, cierto es que la reconversión de practicas y actividades como de la costumbres de la población que vive de esta actividad tardará algunos años.  La transición promete ser lenta y dramática, el agua baja caudalosamente, los tiempos sociales no corren parejos a los tiempos políticos, ni económicos.