Por Verónica Peyrano

El ordenamiento vehicular en la ciudad de Funes tiene impulsos de marcha y contramarcha desde hace algunos años. Esta semana, se volvió a deslizar el intento por parte del ejecutivo de implementar un sistema de estacionamiento medido en las calles céntricas de la ciudad. En una reunión que mantuvo el secretario de Gobierno Ezequiel Fernández de Salvi, con los concejales de todos los bloques políticos de la ciudad, mencionó su intención de trabajar en un proyecto que implemente un estacionamiento medido “de bajo costo y con una finalidad social”.

La idea de concretar el estacionamiento medido data desde el año 2012, cuando entonces los principales críticos de esta propuesta habían sido los comerciantes representados por la Asociación de Comerciantes e Industriales de Funes (ACIF) quienes pedían que antes de implementar esta medida de organice el tránsito eliminando la doble mano, y pugnaban por el estacionamiento a 45 grados, para “no perjudicar a los comerciantes ni a los habitantes de la zona centro”.

Ante las declaraciones del actual secretario de Gobierno, quienes manifestaron su posición en contra esta vez fueron los vecinos, las redes sociales locales explotaron con reclamos ante el estado de las calles calificadas como “intransitables” por los funenses. El pedido común fue: “Primero arreglen las calles y pavimenten, después piensen en recaudar”.

Otro tema que acompaña y condiciona a la idea de un estacionamiento medido es el proyecto de eliminar la doble mano en las calles de la ciudad. La idea de establecer la mano única de circulación es trabajada con distintas variantes desde hace años. Sin embargo, en la propia administración tampoco logran ponerse de acuerdo en este tema: a mediados de marzo se había informado que se implementaría un proyecto piloto de mano única en las arterias céntricas, sin embargo, diez días después se volvió atrás con la iniciativa.

La prueba piloto de mano única había sido presentada desde el Concejo Municipal dos años atrás, acompañada con la firma del actual Intendente, por entonces concejal y fue reimpulsada este año por el concejal del radicalismo Juan Ignacio Rímini (FPCyS), el proyecto contaba con el visto bueno del ejecutivo.Sin embargo el 30 de marzo, diez días después del anuncio, el ejecutivo se expidió en contra mediante un informe técnico con las firmas del Intendente Diego Léon Barreto, su secretario de gobierno, y el Director de Tránsito Daniel González. En el informe se indica que la mano única “aumenta un 30 por ciento la velocidad” de circulación.

En relación a los intentos de modificaciones de manos de circulación, el secretario de Planeamiento Juan Vincenti dijo no tener “una opinión formada aún”, pero que: “Hay que replantear un sistema vial, jerarquizarlo” re trabajar y pensar cuáles son las zonas de la ciudad que necesitan un ordenamiento vehicular, que incluya además la idea de incorporar también un sistema de ciclovías que conecte las arterias principales de la ciudad, sobre todo a un lado y otro de la ruta.

Por último, otro proyecto que intenta ordenar las calles locales es un pedido iniciado por la ONG Bicicultura, que había sido acompañado por la anterior intendencia de Mónica Tomei. La idea del proyecto es limitar la velocidad máxima a 30 km por hora. El Concejo Municipal había pedido la opinión de la Dirección de Tránsito, quien en su respuesta durante los primeros meses de este año dictaminó que sólo considera apropiado limitar la velocidad máxima de circulación a 30km/h en la zona centro de la ciudad y algunas arterias que se destinan principalmente a recreación debido a la “afluencia de ciclistas y ciudadanos que realizan caminatas”.

La cantidad de proyectos en discusión referidos al ordenamiento vehicular de la ciudad de Funes siguen aún en debate sin lograr ser integradas en una sola propuesta que las trabaje en conjunto. La respuesta será impostergable en una ciudad en permanente crecimiento poblacional y con el consecuente aumento de su parque automotor.