MIéRCOLES, 27 DE NOV

En Paraná faltan unos 15 mil árboles, pero la tala continúa

El ensanchamiento de un bulevar trajo consigo una disputa de sentidos bien diferenciados. Excusas de progreso chocan, indefectiblemente, con una realidad avasallante, la agresión sistemática a todo lo que nos rodea.

Por Alejandro Maidana

En Argentina se perdieron más de 6,5 millones de hectáreas de bosque nativo en los últimos 20 años, gracias a un modelo productivo devastador. A la deleznable concentración de tierras, se le suma un ecocidio sostenido gracias a la utilización de venenos que acaban con toda vida, condicionando el futuro de las próximas generaciones. El corrimiento de la frontera agrícola parece haber bajado una línea de acción que se replica incluso en las grandes urbes, los árboles convertidos en enemigos del hombre, una idea tan perversa como autodestructiva.

Las características que abrazaba el ahora mutilado bulevar en cuestión eran magníficas, más allá de contar con una sola traza, la calzada es ideal para que la circulación goce de tranquilidad. Un barrio con una exultante belleza, sus anchas veredas y sus dos hileras de árboles contaban con la suficiencia para cobijar tanto a niños como adultos en su recreación cotidiana.

«Es el ensanche de bulevar Racedo con las correspondientes obras complementarias. Está licitado, explicado, publicitado. Hablar de tala indiscriminada no es un concepto que se pueda traer a una obra urbana para una instancia de una calle», dijo Pablo Testa, secretario legal y técnico de la Municipalidad de Paraná. Declaraciones que se valen de un desprecio absoluto por el ambiente, y que reflejan a las claras el desinterés manifiesto por aquello que colabora para que el entorno esté ligado a nuestra verdadera naturaleza.

La resistencia a la tala indiscriminada de árboles encontró su punto neurálgico en la enorme mayoría de los vecinos, que son propietarios residentes en el lugar, mientras que por un guiño del desatinado destino fueron los inquilinos quienes apoyaron el avance de este proyecto, escudado en el hipócrita progreso. Mientras que el planeta llora el artero ataque a la biodiversidad, los paladines del ocaso pretenden seguir adelante con sus lúgubres decisiones.

El ensanchamiento de la calle Racedo trajo consigo la tala de muchísimos árboles con más de 60 años, en su mayoría fresnos. Un gran porcentaje de ellos fue plantado por el ingeniero agrónomo Jozami, de vital aporte a las causas referidas a la flora, en especial a los árboles. Esto rápidamente cosechó el rechazo de los vecinos del lugar, que no dudaron en oponerse a un proyecto que de manera intempestiva se apoderó del lugar de manera inconsulta y prepotente.

Para conocer los puntos claves de una decisión política que atenta contra la habitabilidad de un barrio, Conclusión dialogó con Daniel Verzeñassi, integrante del Foro Ecologista de Paraná.  “Irrumpieron en el barrio con la idea de un falso progreso que a nadie le interesó y solicitó. El rechazo fue mayúsculo, si bien el estado se escudó en la opinión de un vecinalista que tiene su mandato revocado, teniendo en cuenta que le dieron una prórroga por el contexto pandémico. Este hombre es muy elemental, sin ningún desprecio lo digo, ya que llegó a interpretar a medias, algo que vaya a saber uno como se lo habrán caracterizado, en torno a que los fresnos significaban un riesgo para la salud. En realidad, lo que estaba estudiado por la facultad de agronomía era que no podía haber más del 25% de una misma especie en el arbolado urbano. También es preciso remarcar que en Paraná faltan entre 15 y 20 mil árboles, es decir, lo ideal hubiese sido aumentar el número de árboles conservando los fresnos, ya que la biohabitabilidad de un lugar así lo exige”.

La justicia de Entre Ríos tiene un desinterés manifiesto sobre el derecho ambiental.

Judicializar la resistencia con el fin de disciplinar la resistencia y ponerle un coto a la protesta social. Un repudiable accionar que se repite a lo largo y ancho del país cuando el status quo se siente interpelado. “Estamos atravesando un momento muy complejo, ya que pretenden imputarnos penalmente por habernos opuesto al inicio de obras un mes atrás. Es preciso destacar que desconocemos aún el cuerpo de la denuncia, ya que nosotros como Foro Ecologista interpusimos un recurso de amparo, ya que habíamos sido convocados por vecinos del bulevar Racedo. Es menester destacar que en este proceso participaron diversas organizaciones, en su momento fuimos convocados a una mesa de diálogo con la viceintendenta donde concurrimos como Foro Ecologista, allí pudimos manifestar nuestra inclaudicable posición sobre la negativa al ensanchamiento en detrimento de prescindir de cientos de árboles”.

El poder judicial, garante necesario de los atropellos ambientales que se suceden de manera incesante en un país en donde el extractivismo sigue haciendo estragos ¿Y el derecho ambiental? “Al negar la validez de nuestro reclamo, decidimos interponer un recurso de amparo ambiental que en su momento fue considerado por el juez subrogante haciendo lugar a no cambiar el status de la situación, hay que destacar que esto fue ratificado por otro juez subrogante. Lamentablemente después de una serie de movimientos, comenzó el clásico alineamiento entre justicia y el poder ejecutivo provincial y municipal. La justicia de Entre Ríos tiene un desinterés manifiesto sobre el derecho ambiental”.

La enorme capacidad de invertir la carga de la prueba, utilizada como ariete para poder garantizar que el pueblo consciente no pueda oponerse a resoluciones arbitrarias. “A nosotros nos imputan violencia ejercida contra los trabajadores de la empresa, aducen que con modos violentos no le permitimos el comienzo de la obra. Son de público conocimiento los sentimientos que nos atraviesan a aquellos que luchamos por resignificar la vida respetando el entorno, el equilibrio y la armonía, siempre desde un enfoque sistémico, holístico y amoroso, pero nada banal. Tenemos la certeza que debemos profundizar los lazos con todos los seres que cohabitan este lugar, de ninguna manera vamos a ejercer ningún tipo de violencia. Aquel día un grupo enviado por la UOCRA, y vale aclarar que lejos estoy de ser antisindicato, llegaron para disciplinar a quiénes nos encontrábamos en el lugar, algunos de los que integraban ese grupo de choque estaban muy mal desde lo emocional, muy extralimitados. Resistimos a través de entrelazar nuestros brazos como si fuesen cadenas, en especial para cuidar a las mujeres que se encontraban en el lugar, si bien el coraje de las mismas las empujó a participar de ese encadenado humano, pero de ninguna manera se ejerció violencia, todo lo contrario. El direccionamiento era muy claro, la policía no actuó para ponerle freno a la patota, pero si para avanzar contra nosotros, incluso uno de los muchachos que se encontraba enyesado por una fractura en su brazo, fue detenido y agredido cobardemente por los efectivos.

No existen ideas, existen intereses muy mezquinos, y todos en detrimento de los vecinos.

Desde la Defensoría del Pueblo se impulsaron dos mesas de diálogo, desde el Foro Ecologista dedujeron que se trataba de una especia de mediación, pero que de haber sido así, no se hubiese podido avanzar con la tala como lo hicieron. “Desde el estado le han solicitado a la Defensoría la nómina de aquellos que participamos en las reuniones, un claro instrumento para amedrentarnos. Debe quedar clara una cosa, esto lejos está de ser un proyecto de urbanización, en la actualidad solo quedan 200 metros de árboles, ya que fueron talados con un concepto de tierra arrasado unos 300 metros. El doble trazado es absolutamente innecesario, tiempo atrás nos dejaron sin el hipódromo, y hoy ese lugar se inunda brutalmente. La idea es conectar la ciudad a través de esta doble vía, así lo anunciaron, y poder impulsar un emprendimiento inmobiliario en lo que supo ser el hipódromo. Todos estos supuestos beneficio se apoyan en una lógica <fáctica>, sostenido por un estudio del CFI (Consejo Federal de Inversiones), pero daría la impresión que le han agregado un párrafo, ya que toda la fundamentación para un plan de movilidad urbana, habla de la necesidad de no seguir recurriendo al ensanche de calles y brinda una serie de recomendaciones como jerarquizar el transporte público de pasajeros, la bicicleta, el transporte peatonal, el comercio de aproximación, la descentralización administrativa, priorizar la vida barrial, todo ello se encuentra en la fundamentación. Sinceramente que aparezca un párrafo que limite todo lo antes mencionado, es sumamente extraño. No existen ideas, existen intereses muy mezquinos, y todos en detrimento de las y los vecinos”, concluyó Daniel Verzeñassi.

 

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