Según el sociólogo e investigador estadounidense, Douglas Massey, en un informe publicado en el periódico de la BBC «el barrio en donde se nace, impacta directamente en el futuro» de las personas que allí viven y se desarrollan.

Según el informe «los barrios descuidados tienden a tener tasas más altas de desorden social, crimen y violencia. Las investigaciones muestran cada vez más que la exposición a esta clase de violencia no tiene solamente efectos de corto plazo sino también de largo plazo en la salud y la capacidad cognitiva de sus habitantes», asegura Massey. «Tiene efectos que no se borran cuando la gente crece».

Este concepto lo tienen muy claro los vecinos y vecinas del barrio Belgrano Sur, quienes tienen contabilizados cada unos de los problemas que aquejan la zona desde hace muchos años y la desidia permanente que sufren como «violencia institucional» todos los días al caminar las calles del lugar donde nacieron. Reclaman que el municipio se haga presente en el barrio para mejorar la calidad de sus vidas.

Conclusión dialogó con un grupo de vecinos que se encontraban reunidos en el salón de la comisión vecinal, quienes expresaron su bronca y su malestar, condición que explicaron que «no es una sensación, sino la realidad de todos los días».

Dentro de los los problemas que tiene el barrio Belgrano Sur, los vecinos mencionaron faltante de cloacas, cortes de luz que perduran hasta 24 horas, cortes de agua, poca presión de agua y basurales en espacios públicos que son focos contundentes de infecciones y enfermedades, como el caso poco mencionado de hantavirus que preocupa al barrio en general.

«Son muchísimas las problemáticas que tenemos en el barrio. Es un barrio que no tiene mejoras y está totalmente olvidado. Hace años que estamos luchando por las cloacas, que sería una mejora muy importante para el barrio y nunca tuvimos respuestas de nadie», mencionó Norma, una vecina que explicó claramente la cantidad de descuidos que hace mucho tiempo son parte del paisaje de Belgrano Sur.

Otro vecino que se acercó a comentar su preocupación, mencionó que «sobre calle Viamonte hay un club y una escuela y hace ya tres años que venimos reclamando por un pozo que hizo aguas provinciales que se rompió y nunca lo arreglaron y la municipalidad no se hace responsable. Esta el club que asisten 300 pibes y la escuela y la calle llena de agua».

Los cortes de luz son otro factor fundamental dentro de las malas condiciones que deben transitar en su cotidianidad los vecinos del lugar. «Los cortes son casi todos los días y generalmente cuando comienza el calor. Duran, a veces, hasta 12 horas y hemos tenido cortes que llegan a durar un día completo» afirmaba una vecina del barrio, que además agregó que «los días de tormenta, los desagües se saturan por el agua y se inundan las calle tanto como adentro de las casas».

Por su parte, el vicepresidente de la comisión vecinal Barrio Belgrano Sur, Ricardo Figueroa, contó al diario que «la comisión vecinal recibe a diario las quejas de los vecinos y hacemos los reclamos pertinentes a las instituciones pero nunca recibimos respuesta ni del municipio ni de los jefes distritales».

Al consultarle sobre los reclamos de los vecinos, el representante de los habitantes del barrio mencionó que «los vecinos tienen una lista de todos los problemas que tenemos en el barrio, y sinceramente sentimos que estamos olvidados. Ya no es una sensación, estamos olvidados. No tenemos respuestas de los organismos, ni de la intendenta».

«Tenemos problemas muy grandes, como un caso de hantavirus frente a un basural que tiene el barrio en la colectora entre Cerrito y La Paz. Es un basural a cielo abierto que logró tapar la zanja que está paralela a Circunvalación, que debería drenar la lluvia y termina siendo un estanque» expresó Figueroa.

Otro de los «asuntos pendientes» que cohabitan en Belgrano Sur, son los anegamientos que se producen por «zanjas tapadas» donde «la gente no puede tomar el 153 por que se inunda».

Debido a la formación de basurales sucede que «el barrio está invadido de ratones y a la gente sinceramente le da asco caminar por la calle y tener que encontrarse todos los días una rata muerta, con lo que eso significa para un barrio que está lleno de niños, que está rodeado de instituciones, como lo es el colegio Jesus Obrero, la escuela Olga Cosettini, el club 14 de Junio, como la misma vecinal. Las ratas no tienen jurisdicción y andan por todo el barrio repartiendo las enfermedades» explicó el vicepresidente de la Comisión vecinal.

Al consultarle sobre que reclaman puntualmente al respecto de la situación del barrio, Figueroa especificó que «lo que exigimos a las autoridades es que no seamos abandonados. Queremos que el Estado se encargue de asistirnos en lo que respecta a la cotidianidad. Sentimos que es una violencia institucional».