Vecinos de Arroyito, acompañados por organizaciones de diferentes barrios de Rosario, se manifestaron este jueves para pedir justicia por Joaquín Pérez, asesinado a balazos este martes por la noche en un intento de robo.  Cerca de las 19.30, cientos de personas se congregaron en Juan B. Justo y Alberdi, zona norte de la ciudad al gripo de «Justicia» y «Que se vayan todos», haciendo responsables tanto a políticos como a jueces.

Luego de la concentración, un importante grupo de vecinos dirigió el reclamo a la puerta de la comisaría 9º, en donde expresaron su disconformidad ante los agentes policiales, quien ensayaron explicaciones a los vecinos que se encontraban en el lugar.

«No se puede salir, tenemos temor por nuestros hijos. No hay presencia policial. La muerte de Joaquín es una pena muy grande, un chico joven que tenía toda una vida por delante. Es una vergüenza lo que pasó», expresó vecina del lugar en diálogo con Conclusión. «Es horrible lo que estamos viviendo en esta ciudad, es espantoso, no se puede más», dijo otra mujer.

«Esto no puede pasar nunca más, nos están matando todos los días. A mi hermano perdió medio intestino por dos bastardos», contó un hombre de la zona, quien responsabilizó directamente al gobernador Omar Perotti y al intendente Pablo Javkin: «Tendrían que estar acá junto al intendente para dar la cara».

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A su vez, otro hombre contó que tanto él como su familia sufrieron distintos hechos de inseguridad, uno de ellos en un comercio de su propiedad. «Estamos todos a la deriva acá en el barrio. Salimos y no sabemos si volvemos. Hoy está la policía porque pasó la muerte de este muchacho, pero mañana o pasado ya no se van a ver más», refirió a este medio.

Una vida truncada

Joaquín Pérez era un arquitecto de 34 años. Su asesinato ocurrió alrededor de las 23 de este martes cuando fue a guardar su vehículo en la cochera ubicada en Muñiz al 1200, a pocas cuadras de su casa. Tras ingresar al garage, fue sorprendido por un grupo de personas armadas que lo obligaron a salir del auto y luego le dispararon dos veces en el pecho y una en la ingle.

Pérez trató de llegar a su casa, en Juan B. Justo al 1700, para pedir ayuda y se desvaneció justo en la puerta, dejando allí la huella de su mano ensangrentada. Falleció minutos después.

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En la autopsia se determinó que fueron dos los disparos que recibió el joven, y se pudo extraer una bala calibre 40 de la zona de la ingle. Desde Fiscalía señalaron que hay gran cantidad de cámaras, públicas y privadas, cuyas imágenes se están relevando. El vocero de la entidad judicial, a su vez, reveló que la principal hipótesis es un robo «al boleo».

«No hay otro indicio de que esto no sea un robo al boleo, sin inteligencia previa, sino que vieron la oportunidad de sustraerle sus pertenencias a la víctima y por alguna razón que todavía no tenemos claro, le dispararon. Entendemos que en el apuro de escapar de la escena del hecho, dejaron auto encendido y se les ha caído el arma», comunicó Sebastián Carranza, vocero de Fiscalía.