Un matrimonio que vive en un pasillo en donde hay varios departamentos, en la zona sur de la ciudad, denunció a un vecino, quien supuestamente padece esquizofrenia, por golpes y ruidos molestos a cualquier hora. La mujer contó a Conclusión que la denuncia en Fiscalía no prosperó y que la Policía fue al complejo de viviendas en reiteradas ocasiones y, en una de ellas, los uniformados le dijeron que la única solución es que se muden del lugar.

«Esto está pasando hace poco más de seis meses, luego de que falleció su mamá y se puso cada vez más agresivo. Nosotros intentábamos ayudarlo, y le llegó a pegar una trompada a mi marido», contó Eliana a este medio.

Y agregó: «Hicimos una denuncia que se dio de baja porque para el fiscal no es una persona que representa un peligro para la sociedad. Yo tuve un embarazo, la pasé mal. Tuve la bebé prematura a causa de lo que pasé con este hombre y seguimos padeciendo con gritos y golpes».

«Nos juntamos con vecinos, hemos llamado a la Policía y la única respuesta que me da es que yo me tengo que mudar, que no hay solución porque la ley de salud mental no puede hacer nada», dijo.

Al ser consultada sobre si se contactaron con los familiares de este hombre quien, de acuerdo a lo relatado por Eliana «vive solo», respondió: «Hablamos con familiares de él, pero nos dicen que como él es propietario los que nos tenemos que ir somos nosotros. La familia nos dijo que él es una persona indefensa».

«Pido que el Estado se haga presente. Soy mamá, tengo una criatura y tengo que velar por la seguridad de mi hija, por la salud de ella. Quiero que el fiscal deje de hacer oídos sordos y que alguien se venga a hacer cargo de esta persona, que manden un asistente social, porque a pesar de ser como es no deja de ser una persona», señaló Eliana.

Vivir con miedo

«Tengo mucho miedo. Desde que tengo la bebé no salgo, sale mi marido a hacer mandados, pero yo no salgo porque tengo miedo de cruzarlo y que me empuje o que me golpeé», señaló.

Y remarcó: «No estoy en condiciones de mudarme, alquilo y no es justo para mí ni para los vecinos que vivimos acá, pero ellos también tiene miedo de dar la cara».

De acuerdo al relato de Eliana, el vecino en cuestión «supuestamente sufre esquizofrenia».

«Nos enteramos hace poco, pero no es culpa nuestra. A cualquier hora suceden gritos y golpes. Además, tiene dos mascotas que están en mal estado. Ha venido la policía ecológica acá y se hicieron las denuncias. Ya no sé qué hacer. No puedo vivir. Vivo con las ventanas cerradas en verano y en invierno», concluyó.