En la céntrica y transitada esquina de Corrientes y Urquiza, un hombre de 72 años que iba caminando junto a un amigo tropezó con el cordón de la calle al querer bajar de la vereda y sufrió un fuerte golpe en la cabeza. El impacto le provocó un profundo corte. Al instante, lo asistieron unos efectivos de la Policía que estaban en el lugar, y varios peatones que se detuvieron preocupados. Enseguida, los efectivos pidieron la ambulancia del Sies, pero no obtuvieron la respuesta esperada.

El mismo amigo de la víctima fue quien le contó a Conclusión que le dijeron que “hay sólo cuatro ambulancias disponibles, dando vuelta en la ciudad. Es increíble, porque te pasa algo serio y te morís esperándolos. Por suerte, mi amigo está fuera de peligro, pero es una vergüenza que tengamos que seguir esperando. La pedimos hace más de una hora”, remarcó. “Y eso que la pidió la Policía… Si la pedimos nosotros, nos dan menos bolilla todavía”, agregó.

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El afectado quedó tendido en la calle por varios minutos, hasta que comenzó a sentirse mal y vomitar sangre. Allí, una moto de asistencia del Sies llegó como adelanto de la ambulancia. “Pero no es lo mismo”, cuentan indignados.

De todas maneras, el paramédico lo atendió y el afectado fue recomponiéndose con los minutos, todavía a la espera de la ambulancia.

Al fin, cuando arribó al sitio del accidente, más de una hora después, le acercaron una silla y lo sentaron con prudencia. Así, al analizarlo de manera superficial, decidieron llevárselo hasta una guardia de un hospital de la zona.