Un nuevo informe del Observatorio Social del Transporte, que dirige el concejal Eduardo Toniolli, dio cuenta de la migración de gran cantidad de usuarios de la movilidad pública a la particular durante la pandemia. Según el relevamiento, los desplazamientos a pie aparecen como la opción que más creció, ubicándose con el 41% del total.
En esta oportunidad el informe incorporó una encuesta realizada por la consultora Inmediata en los meses de julio y agosto, y los números del último estudio de costos del transporte urbano de pasajeros publicado por el Ente de la Movilidad.
«Los números de la encuesta son elocuentes. Si en marzo el 41% de los rosarinos declaraba tener al colectivo como medio principal de movilidad, en agosto esa ecuación se invirtió y el 41% declaró a la movilidad a pie como principal medio de desplazamiento», explicó este miércoles el concejal Toniolli en dialogo con Conclusión.
De la encuesta se desprende que el 41% de los consultados tenía al colectivo como principal medio de movilidad antes de la pandemia, por encima del automóvil particular (32%), la moto (7%), el taxi (6%) o la movilidad a pie (7%).
«Las medidas sanitarias adoptadas a partir de fines de marzo, con los consiguientes cambios operados en la actividad laboral y educativa, sumado a los días en los que hubo paro de transporte, invirtieron la ecuación: el 41% por ciento de los encuestados señaló la movilidad a pie como la que más utilizó durante la pandemia, el 28% el automóvil particular, el 5% el taxi, y solo el 4% tuvo al colectivo como el medio de transporte al que más recurrió”, detalló el responsable del Observatorio.
Reaccionar a tiempo
El concejal peronista afirmó que frente a este escenario es necesario tomar medidas preventivas para que el transporte postpandemia no sufra una sangría mayor en materia de usuarios que esta que ya está sufriendo.
«Por eso hemos planteado en los meses anteriores la creación de un Fondo Anticíclico que -a diferencia del Fondo Compensador municipal, atado a actividades en una situación recesiva- esté relacionado a la actividad de bancos, financieras y puertos, que son sectores que siguen teniendo ganancias extraordinarias y podrían hacer un aporte mayor a las arcas públicas para sostener el transporte», destacó Toniolli.
Y agregó: «Esto permitirá que, cuando se vayan rehabilitando algunas actividades económicas, se pueda poner mayor cantidad de colectivos en la calle y mejorar la frecuencia. Uno de los reclamos fundamentales de los usuarios, que se vuelve una de las razones por las que muchos de ellos abandonan el transporte público, son las malas frecuencias».
Con respecto a la calidad del servicio prestado por el transporte urbano de Rosario durante la pandemia, en la encuesta que utilizó de fuente el Observatorio Social del Transporte se consultó a las personas que viajaron al menos una vez en colectivo desde marzo (apenas un 23% del total de los consultados), y 6 de cada 10 declaró estar poco o nada satisfecho con los tiempos de espera hasta abordar las unidades.
En relación al cumplimiento de las normas de distanciamiento dentro de las unidades, el 58% de estos encuestados afirmó haber realizado traslados en los que no se respetaba la disposición que obliga a que solo viajen usuarios sentados.
Por eso, con la implementación de un Fondo Anticíclico constituido por recursos de aquellas actividades que continuaron ganando aún en pandemia, Toniolli cree que se podría cumplimentar las medidas sanitarias «cosa que muchas veces no se hace en las unidades que viajan llenas, y evitar que haya mayor sangría de usuarios».
Actualmente, los colectivos circulan por la ciudad con un esquema de emergencia basado en los horarios de los días sábados.
¿Aumento postpandemia?
Al ser consultado por un posible aumento del boleto al salir de la pandemia, el edil peronista indicó a Conclusión que «hoy eso no está en discusión ni debería estarlo» debido a que «de marzo a la fecha los costos de mantenimiento del sistema no aumentaron» e incluso, «producto de la caída del precio del gasoil y otros congelamientos de insumos, bajaron un 1%».
«Hoy no hay argumentos para aumentar el boleto. En todo caso, si el costo hipotético del pasaje ha aumentado, como hemos leído en algunos estudios en ese sentido, no tiene que ver con el incremento del costo del sistema, sino con una cantidad de usuarios. Ese número se saca a partir de la división del costo total del sistema por la cantidad de usuarios, esto último fue lo que cayó. Hay que trabajar para poder recuperarlo», detalló.
