Por Jennifer Hartkopf

El tema de mejorar el transporte público en Rosario se instaló en la agenda de los diversos funcionarios y concejales. Es que el caos vehicular, el incesante aumento del parque automotor y la colapsada infraestructura de la ciudad provoca que distintos proyectos vuelvan a tomar fuerza y, también, que surjan nuevas iniciativas como por ejemplo la instalación del transporte fluvial.

En ese contexto, el concejal Carlos Comi, integrante del Frente Progresista por la Coalición Cívica ARI, viene impulsando desde 2014 la implementación de un ferry que navegue por el río Paraná y conecte Rosario con todos los puntos estratégicos del Cordón Industrial: San Lorenzo, Puerto San Martín, Granadero Baigorria, Capitán Bermúdez, Fray Luis Beltrán y Timbúes.

“Hay que pensar no para hoy sino de aquí a 10 o 15 años para adelante. Tenemos la obligación de ocuparnos de los lugares públicos y la verdad es que no hay que ser un urbanista para darse cuenta que los accesos a Rosario y el sistema de transporte público actual están colapsados; y es un problema que se va a ir profundizando con el paso del tiempo”, explicó Comi en diálogo con Conclusión.

En ese sentido el edil tomó como referencia otras ciudades y señaló que “recurren a obras millonarias para salir de estos problemas, como los túneles” pero remarcó que “probablemente no existan los fondos en el futuro para hacer accesos de ese tipo” por lo que es fundamental “tener imaginación y buscar otras alternativas”.

“El río está ahí, las estaciones también, los muelles también. Rosario no requiere de inversiones que sean multimillonarias, como hacer un subterráneo o un túnel para el transporte urbano, o tender un tranvía como ocurre por ejemplo en Capital Federal donde están trabajando para instalar el Metrobus o en Manhattan donde los colectivos urbanos no entran a la isla, sino que llegan a la estación central y lo hacen todo a través de túneles. El río Paraná es una gran autopista que tenemos a disposición y no lo estamos utilizando en su máximo potencial”, destacó.

Seguidamente agregó: “Nos parece que es algo alentador que debe ponerse seriamente arriba de la mesa. Por ahí se lo ve como un proyecto naif pero lejos de eso, en muchas capitales del mundo al estilo de Rosario, con ciudades circundantes a una gran capital que tienen aguas, las personas se comunican a través de embarcaciones, como Nueva York donde los ferrys traen diariamente miles de pasajeros de los alrededores; como en Grecia, distintos lugares de África, en toda Europa, ríos que cruzan las grandes capitales y combinan el usuario común con el turista”.

 

Cómo sería el servicio

Se trataría de un servicio regular con varias lanchas, conviviendo en distintos horarios, que tendrían capacidad para alrededor de 200 personas: “Algún catamarán que genere poca ola, tenga poco impacto medioambiental y muy buena velocidad”, arrojó el edil. En cuanto al horario “podría empezar a primera hora del día y terminar a la tardecita, el horario que la gente sale de trabajar”.

A su vez, el servicio sería combinado para ofrecer distintas alternativas a los pasajeros: “Podrían combinarse distintos sistemas expresos con otros sin paradas, u otros que ofrezcan paradas en todas las ciudades que están en el Cordón”, detalló el concejal del Frente Progresista.

Además aclaró que en Rosario habría tres paradas como mínimo: La Fluvial, Puerto Norte y Costa Alta. Y yendo un poco más lejos se animó a decir que “podría pensarse una parada en Ciudad Universitaria y también hacia el sur, haciendo paradas en localidades del sur. Es total y absolutamente viable”.

Sobre los tiempos, dijo que de San Lorenzo a Rosario “hay una hora exacta; lo que no es mucho más de lo que tarda un colectivo interurbano que viene por adentro y no por autopista”. En cuanto a los precios, dijo que aún “no se sabe” pero “serán accesibles y variarán según el boleto que tome cada pasajero”.

¿Qué pasa si llueve o hay mal clima? El servicio no sale. “Como pasa con otros medios de transporte como los aviones que si hay mal clima no viajan o cuando hay mucho viento que se cierran las autopistas. Estamos hablando de un sistema que no va a reemplazar todo lo otro sino que lo va a completar. Si por una cuestión climatológica las lanchas no están operables, la persona irá a trabajar utilizando otro medio”, explicó Comi.

Con posibilidad de trasbordo terrestre

Según explicó Comi, de implementarse el transporte fluvial se estudiaría la posibilidad de acompañar el servicio con trasbordo ya que “serían puntos de concentración de usuarios, así que debería poder pasar un colectivo. Estas cuestiones son fáciles de combinar”.

A modo de ejemplo citó la Estación Rosario Sur. “Cuando se pensó el tren a Buenos Aires se pensó también en los servicios que la gente iba a necesitar para llegar a la estación, para que pudiera tomar el tren y se movilizara”.

“Hay que pensar una ciudad con estos estos servicios alternativos. Con el nuevo pliego de transporte que va a ser sustancialmente mejor ya estamos hablando de un cambio en paralelo al tiempo que vivimos y no de un modelo de transporte que se parece más a uno de mediados del siglo pasado”, manifestó indignado a Conclusión.

Financiamiento

Respondería, en principio, a una combinación entre aportes del Estado y de privados. “Sería como todo medio de transporte. Si el tren a Buenos Aires vale lo que vale, es porque el Estado aporta. Discutamos cuánto puede poner el usuario y cuánto puede poner el Estado. Pero así como subsidiamos el colectivo interurbano, como se subsidia el tren, se puede subsidiar cualquier obra que uno pueda encarar”, explicó.

No obstante señaló que “en este momento los proyectos privados no están pensando en subsidios, pero si queremos abrir el servicio para que cualquiera pueda tomarlo y para que no sea un pasaje turístico, sino más parecido a lo que una persona puede gastar para ir a trabajar y volver, seguramente tendrá que haber una participación del Estado. No estamos hablando de cifras millonarias, porque no estamos hablando de un sistema de mil colectivos que reciben un subsidio. Se trata de algunas embarcaciones yendo y viniendo en determinados horarios”, dijo convencido.

Buena aceptación

“La gente lo recepciona bárbaro”, aseguró Comi entusiasmado. Consultado sobre si considera que la gente se acostumbrará al transporte fluvial como medio diario, ya que perderá la comodidad del servicio “puerta a puerta” que ofrece el transporte terrestre, fue optimista y manifestó que “es muy común que la gente llegue a la estación, deje su vehículo, se tome la lancha, vaya a trabajar y vuelva. Sería bastante razonable que alguien que vive en la zona norte deje su auto debajo del puente, en un parking. Por lo menos no sería desatinado. Ni hablar -añadió- aquel que está un poco más lejos. Es cuestión de darle regularidad y seriedad al sistema”.

Beneficios

Entre las principales ventajas que ofrecería la implementación del transporte fluvial Comi subrayó la posibilidad de “darle diversidad a la ciudad en su oferta de transporte público, favorecer a la cuestión ambiental, mejorar la superpoblación que se da en los accesos, brindar más confort a los usuarios, y poder viajar de otra manera totalmente distinta a como se viaja hoy, porque el tema de los interurbanos es terrible, parece un servicio de 1980, en relación a cómo se presta y quiénes lo prestan”.

Abrirse a la discusión

Las voluntades están, faltan los hechos. “Queremos generar una mesa de trabajo donde analicemos todas las posibilidades y donde esto sea una alternativa para el desarrollo de Rosario y la región y para su sistema de transporte público a encarar en el futuro bien próximo”, dijo Comi a Conclusión.

En esa dirección invitó a tener “una mirada un poco más osada” ya que el sistema actual “está muy quedado y tenemos soluciones al alcance de la mano”. Así, contó que durante una recorrida por el ramal del tren que viene desde Funes, Roldán comprobó que “está todo a disposición: las estaciones, las vías, no hay asentamientos urbanos al costado de las vías, no hay problemas de inseguridad”, tras lo que se preguntó “¿por qué Rosario no tiene, como sí ya tiene Santa Fe, un tren urbano o interurbano que entre desde el oeste?”.

“Sería una combinación tan virtuosa un transporte fluvial de pasajeros que haga norte-sur, que llegue desde San Lorenzo, desde Villa Constitución, a Rosario y viceversa, y un sistema alternativo por tren que llegue a Funes, Roldán. Son cosas que tenemos que buscar”.

En ese sentido dijo que “hay que abrirse a la discusión porque si no es éste medio, ¿qué es? ¿El Monticas, los colectivos que recorren los corredores donde la gente viaja hacinada, en pésimas condiciones? No veo los presupuestos públicos como para hacer una nueva red de autopistas troncales que pasen por algún lado y salgan de este colapso”, disparó el edil.

“Tenemos que sentarnos alrededor de una mesa y analizar el proyecto. Ya encaramos un estudio de factibilidad que todavía no se ha terminado, y estamos un poquito atrasados, pero después tenemos que sentarnos con la provincia, con los privados interesados, abrir un diálogo y pensarlo”, expresó Comi.

Luego, aseguró que ya hay empresas interesadas en concretar el proyecto que “están analizando transportar a sus trabajadores por esta vía, para darles más certezas, porque los piquetes, los paros, los embotellamientos generan problemas con el personal. Con lo cual, de alguna manera, está el sector privado por delante del Estado en este momento”.

Para finalizar se mostró convencido de que “este año se va a dar” y dijo que insistirá para que“el tema esté arriba de la mesa desde el primer momento. ¿Si los privados están interesados cómo el Estado no va a acompañar ese proceso?”.