Un grupo de trabajadores precarizados de Cultura de la Municipalidad de Rosario reclama a la nueva gestión municipal, a cargo del intendente Pablo Javkin, que se resuelva la situación de contratación de los mismos, ya que no obtienen respuesta del ente local.

La situación es compleja, ya que son trabajadores que vienen, algunos, realizando gestiones y talleres culturales hace diez años, siempre bajo la misma condición de precarización laboral y de contratación.

Conclusión dialogó con algunos de estos trabajadores, los cuales explicaron cual es la situación actual que atraviesan y les lleva a reclamar por la urgente incorporación a sus puestos o, al menos, una respuesta de la nueva gestión.

Uno de ellos, Claudio Castaño, expresó: «Hace muchos años trabajamos en la Secretaria de Cultura en los distintos distritos, donde muchos de los compañeros estaban precarizados, es decir, estábamos contratados y año a año se renovaba este contrato. Este año, no se nos contrató, no se nos llamó, nadie nos dió respuesta. Nuestros superiores no nos dieron ninguna respuesta porque esperaban definiciones de la nueva gestión».

«Así se fue dilatando, hasta encontrarnos en el medio de la pandemia y con estas restricciones sanitarias, con lo cual no obtuvimos nunca una respuesta sobre nuestra situación», agregó.

Sobre el reclamo que hacen, Castaño dijo que entienden «que hay un derecho laboral vulnerado, pero que es muy difícil reclamarlo como le pasa a todo trabajador en situación de precariedad». «Realizábamos tareas permanentes pero al no estar en planta, no se reflejaba esa relación de dependencia con el Municipio», aclaró.

Y añadió: «El problema es que esta gestión dejo caer los contratos, nunca nos llamo y al día de hoy que la Cultura esta relegada, se olvido de los trabajadores que veníamos llevando adelante las políticas culturales hace mucho tiempo».

Por su parte, Valdimir Lasaga, al hablar de su caso particular, contó que «no se tuvo en cuenta la relación de contrato temporal que se me hacía todos los años. Yo estaba en Gestión dentro de la oficina de Cultura, donde coordinaba talleres. Trabajé durante 7 años, inclusive el verano, y cuando terminó el Carnaval me dijeron que no había respuesta, que no se sabia lo que iba a pasar y no sabían que tipo de contratación me iban a realizar».

«En un momento, nos habían dicho que iban a realizar un concurso, donde nosotros íbamos a aplicar para realizar las tareas que veníamos haciendo y pasar a planta o a una mejora en cuanto a la contratación», especificó Lasaga. Y añadió que «luego Federico Valentini, responsable del área, avisó que el concurso no llegó a buen puerto porque el Sindicato estaba en contra. Así que no se realizó».

A su turno, la agente cultural Ángeles Vargas  mencionó sobre la precarización que sufrieron durante este tiempo  que «afecta también a los grupos que estaban destinados nuestros talleres».

Sobre su situación personal, Vargas especificó: «Yo tenía talleres en cinco lugares distintos, cubría dos distritos y tenia todas las edades, desde niños a adultos mayores. Esta gente quedó sin el servicio de esos talleres. Con el agravante de que nosotros pertenecíamos al Presupuesto Participativo,presupuesto que se votaba cada noviembre de cada año».

Y puntualizó: «La gente la voto, y se aprobó esa partida destinada a ese programa. Así que no solamente nos vulneran a nosotros sino que también el derecho a elección que tiene el ciudadano, el vecino».

El reclamo puntual de los trabajadores es que los «reciban» y «escuchen». «Que nos den una respuesta por sí o por no, pero que nos respondan y que no nos invisibilicen, que es lo que intentan hacer», concluyó.