La actriz Thelma Fardín participó en la tarde de este jueves de la V Jornada de Derechos Humanos y Psicología, que se desarrolló en la Facultad Psicología de la Universidad Nacional de Rosario.

En diálogo con los medios, entre ellos Conclusión, Fardín calificó como «muy grato» el encuentro con jóvenes y señaló que compartir estos espacios «es la parte más sanadora» del proceso que le toco atravesar. «Es donde junto fuerzas y digo que la lucha es colectiva y lo personal es político», afirmó.

En este sentido, expresó que a pesar del rol de referente que se le asignó, el contacto con le gente le permitió entender que el movimiento de mujeres es más grande y trasciende su causa.

Consultada sobre el estado de su denuncia contra Juan Darthés, la actriz manifestó que «siguen esperando» los tiempos de la justicia y agregó que Nicaragua todavía no determinó si acusar o no al actor por falta de pruebas. «Esto sería un escándalo porque a través de tratados internacionales se pudieron producir pruebas en Argentina y enviarlas a Nicaragua», explicó.

En relación a una posible sentencia al acusado, Fardín reflexionó: «De cada mil casos de abuso, solamente cien llegan a la justicia y de esos cien solamente uno tiene una sentencia. Mi caso fue lo suficientemente único y en ese sentido esperar a que sea ese 1 por ciento es una expectativa muy alta. Creo que como sociedad lo necesitamos por el lugar en que quedó este caso, pero es mucho más profundo, hay que modificar un sistema entero».

Sobre las repercusiones que tuvo su denuncia, que animó a centenares de mujeres a denunciar situaciones de abuso y violencia, la actriz consideró que el efecto se dio «por la coyuntura y el momento» que le tocó a su caso.

«Creo que era algo que ya estaba pasando socialmente, que podría haber sido mi caso como cualquier otro y era una necesidad. Veníamos de algo que se estaba gestando, el Ni una Menos, la lucha por el aborto legal. No creo que haya sido mi caso en particular sino lo que hicimos con ese caso, como logramos transformarlo en algo más grande que los nombres propios de mi caso», expresó.

Y agregó: «Tengo puesta mucha de mi energía en poder retribuirle a la sociedad esta posibilidad que me da y aprovechar estos micrófonos que se me ponen adelante para hablar de la realidad. Para mi es una gran responsabilidad contar que es lo que hay atrás de la fantasía, que además muchos se ocupan de seguir alimentando».

Fardín también se refirió a la necesidad de generar espacios para que las víctimas puedan denunciar y, si bien observó avances en la materia, lamentó que haya personas que no le crean, ya que probablemente tengan cerca a alguien que necesite denunciar y no encuentren los oídos que necesitan.

«Después de mi denuncia los llamados al 144 aumentaron 1.200 por ciento. Creo que nos animamos a romper ese silencio y lo que tenemos que hacer ahora es trabajar para que una vez destapada la olla haya un espacio que esté capacitado para recibirlo, creo que como sociedad abrimos un montón la escucha», afirmó.

Y concluyó: «Ahora es momento de ponerse a trabajar en cómo funciona el sistema y las respuestas que da. Cuando una ve las cifras, las estadísticas son una catástrofe y creo que ahora es cuando más hay que ponerle el cuerpo a la lucha desde ese punto de vista«.

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