La primera generación de la banda de breakdance The Groundhogs estuvo integrada por 4 jóvenes adolescentes: Roque, Miguel, Lombriz y Román. Se conformó en el 2016, y desde ese entonces se consolidaron como “pandilla” en el barrio Las Flores.

Hacer referencia a una “pandilla” para hablar de grupo de pertenencia es muy importante para la cultura hip hop, entre ellos se cuidan y se respetan, pero por sobretodo “crecen” juntos. En esas “pandillas” los chicos no solo se cuidan entre sí de las malas influencias, sino que juntos se integran para que su grupo pueda vencer a otros en las riñas callejeras. Peleas en las que la violencia solo se convierte en expresión artística: a través del baile, o a través de las palabras puestas en rimas. Gana quién más elocuente y creativo es en el momento.

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La Municipalidad de Rosario trabaja desde 2016 en Las Flores con los espacios culturales de la Secretaría de Cultura disponiendo algunos talleres.“Nosotros éramos dos, o tres, haciendo parkour en las plazas del barrio hasta que nos enteramos del profe de breakdance en el CCB de Las Flores Este”, decía Roque mientras hacía una pausa para tomar el mate cebado amargo, y rematar: “Fue una oportunidad para nosotros, porque yo quería aprender breakdance y si no hubiera estado este espacio tendría que haber aprendido por Internet”.

“El breakdance es para las personas que no se rinden”, explicaba en la conversación Roque, justificando así la dedicación y el estilo de vida que empezaron a sostener a partir de practicarla. También supieron reconocer que integrar el grupo los aleja de otro tipo de influencias, nocivas para la mente y el espíritu. “En algún momento los demás chicos del barrio que comparten la plaza cuando vamos a entrenar, se han pasado tardes burlándose de nosotros”, comentaba Roque pero ellos hicieron del hip hop “un estilo de vida” que les permite sentirse contenidos.

Llegó Zeta a fines del 2017, un profe que supo traerle más disciplina y rigurosidad al grupo. Comenzaron a prepararse físicamente, y a sacar los equipos de música a los parques del barrio para practicar afuera.

Con algunas altas y bajas de compañeros este grupo supo multiplicarse en todo el barrio Las Flores, a donde pertenecen todos sus integrantes. Todas las semanas se reúnen en el Centro de Convivencia Barrial de Las Flores Este, donde entrenan combinaciones de coreografías de breakdance, y riman frases en freestyle con los equipos de música y el piso de vinilo que consiguieron del último “Ingenia”, un programa desarrollado por el Gabinete Joven y la Secretaría de Juventudes cuyo objetivo principal es promover la participación juvenil de grupos, colectivos y organizaciones de jóvenes, a través del financiamiento y el acompañamiento para la puesta en marcha de sus ideas.

“A veces los demás te juzgan sin conocer nada de lo que hacemos”, reflexionó Román, que razonaba de forma muy crítica acerca de las actitudes de algunos adultos que reaccionan con miedo frente a lo que no conocen. “Lo ideal sería que vean lo que hacemos, que conozcan un poco de la dedicación que ponemos en todo esto”, mencionó Lombriz mientras explicaba que para llevar adelante su intención de crecer en el freestyle leía libros enteros, se preocupaba por buscar en el diccionario las palabras que no conocía, y mantenía una actitud de ilustración casi inflexible para lograr su objetivo.

La movida del Hip Hop tiene tres frentes de expresión cultural, con los que hoy cuentan los chicos de The Groundhogs: el breakdance y graffiti con el profe Albert, y rap con la profe Lulita. Desde el taller de rap, se seleccionaron ocho trabajos de distintos integrantes de la “pandilla” para llevarlos a un estudio de grabación.

El proyecto tiene por nombre “Enrollando notas” y nace del seno creativo de estos chicos: desde la composición de las pistas musicales, hasta las letras que mezclan ritmos sincopados con versos en ocho y doce sílabas.

Las palabras del director del distrito, Juan Manuel Ferrer, hicieron eco a la hora de mencionar el trabajo que se viene realizando sobre los territorios del Sudoeste: “La Municipalidad, desde la Secretaría de Cultura, siempre ofreció una respuesta institucional a este tipo de expresiones auténticas que logran abrirse paso de las situaciones que hoy se viven en los barrios. Celebro la oportunidad que estos chicos de Las Flores tienen hoy gracias al apoyo de estás políticas culturales”.