«Tenemos una banda de sed». «Nos levantamos de madrugada para tratar de juntar agua, porque no sale ni una gota». «Llegamos de trabajar 10 horas y no nos podemos bañar». Estos son sólo algunos de los testimonios recogidos en uno de los tantos barrios de la ciudad de Rosario que no tienen acceso al agua, situación extrema si las hay, sobre todo considerando las altísimas temperaturas de un verano que se anuncia particularmente caliente. Con este reclamo, Vecinales Unidas mantuvo este miércoles una reunión con los directivos de Aguas Santafesinas para plantear la dramática realidad que viven miles de rosarinos

Según detalló a Conclusión Melisa Herrero, integrante de Vecinales Unidas y titular de la vecinal Esteban Maradona, de barrio Agote, son muchos los barrios de la ciudad que no están recibiendo agua. A algunos llega la cuba de Aguas Santafesinas algunos días a la semana, aunque no siempre cumplen con los días pactados, pero otros no tiene ni siquiera eso.

En la reunión que Vecinales Unidas logró concretar con directivos de Assa, se planteó la situación casi extrema de barrio Fisherton Sur, donde desde hace siete meses que abren las canillas pero el agua no sale. La gran mayoría de los vecinos depende del buen corazón de los muy pocos que tienen agua de red y que la comparten o de algunos que han podido hacer perforación y poner bomba.

«Las familias cargan los bidones en carretillas, los que tienen la suerte de tener carretilla, porque sino tienen que ir y venir con el bidón a cuestas. Y van hasta la casa de algunos que tienen la suerte de tener algo de agua para cargar ahí», relató Herrero, al tiempo que agregó: «El agua es un derecho humano que tendría que estar garantizado, más con estas temperaturas».

Los testimonios de los rosarinos que habitan esa zona dan cuenta de una cotidianeidad muy dura. «Tenemos una banda de sed, pero abrimos la canilla y no sale nada», dicen los chicos. En tanto, otra vecina cuenta que hace 16 años que vive allí y nunca hubo agua. «Yo tuve la suerte de ahorrar y pude hacer una perforación y con la bomba sacar agua. No es agua potable, no se puede usar para tomar y cocinar, pero sirve para lavar, limpiar o bañarse». Ella es una de las que comparte el preciado líquido con los que no tienen nada. Sin embargo, remarcó que cada vez les puede dar menos, porque «hace varios meses que es muy poco lo que puede sacar».

Los que viven en Fisherton Sur, como en tantos otros barrios de la ciudad, necesitan disponer de 350 pesos para poder comprar un bidón de 10 litros de agua potable. Sin dinero no hay agua. «Mi bebé me dice que tiene sed pero no tengo qué darle, no tengo los 300 pesos que cuesta el bidón».

Buena predisposición y promesas de solución

Los directivos de Assa escucharon el relato de los representantes de las vecinales que participaron de la reunión. Según aseguró Melisa Herrero a este medio, en la reunión les informaron que se está llevando a cabo una obra muy grande, que es el acueducto de Granadero Baigorria. «Pero pero la verdad es que eso va a estar dentro de dos años y los vecinos tienen una situación urgente y tienen que vivir una odisea para tener agua en sus casas»

En ese sentido, destacó que los mismos vecinos detectaron una obra ilegal, que pareciera ser un caño que desvía el agua hacia otra zona, otro barrio donde hay piletas y que desde Assa se comprometieron a sondear  el lugar en forma inmediata.  «Demostraron muy buena predisposición y un compromiso de solucionar el tema, por lo menos en lo inmediato, no solo en Barrio Fisherton Sur sino en otros barrios de la ciudad que desde hace largo tiempo atraviesan esta misma problemática y eso es lo positivo», remarcó Herrera.

También señaló que desde Vecinales Unidas hacen hincapié en que haya inversión real. «De una buena vez tienen que dejar de poner parches, pedimos que compren generadores para la usina, que se avance con las obras necesarias para que a los barrios de la ciudad les llegue el agua. Vemos que hay una distribución del agua que no es equitativa, que es injusta, no todos los barrios tienen el acceso al agua».

En ese sentido, la presidenta de la vecinal Maradona también remarcó en la importancia de concientizar para un consumo responsable en los demás barrios de la ciudad. «Es muy importante que en las zonas que sí tienen agua, se concienticen. Por eso hay que visibilizar como viven estas familias, para que se pueda cuidar el recurso y que les llegue a todos algo tan necesario y tan básico como es el agua. A la reunión asistimos una comisión que integramos integrantes de distintas vecinales, también del centro, que si bien tenemos problemas con la presión de agua, entendemos que hoy es prioritario que nos unamos por estos barrios que hoy no tienen una gota de agua y no podemos seguir mirando para un costado. Esperamos que se les de una respuesta inmediata»