La construcción de un subte en la ciudad se encuentra en el foco del debate. Es que por primera vez, después de idas y venidas, se debatirá el tema en el Concejo Municipal luego de que la concejala radical del Frente Progresista María Eugenia Schmuck presentara la propuesta.

El pedido para que la intendencia realice un estudio de factibilidad destinado a construir un subte en Rosario está hecho, y tal como se plantea, contempla lo propuesto en el Plan Integral de Movilidad (PIM), es decir un nuevo modelo de conectar a Rosario con Granadero Baigorria y Villa Gobernador Gálvez de una manera rápida, económica y eficiente.

En ese sentido, la iniciativa pretende, en caso de implementarse el nuevo sistema, que el subte cruce el centro de la ciudad conectando la estación ferroviaria Rosario Norte y la Terminal de Ómnibus con el Centro Universitario (CUR) y la plaza Sarmiento, es decir un radio de aproximadamente 6 kilómetros con unas 8 paradas. Y, hacia el futuro, contempla incluso llegar hasta la zona sur (5 kilómetros más).

El proyecto también incluye el pedido de un análisis sobre las características del suelo por donde iría el tren soterrado y especificaciones económicas, en donde se detalle «el costo que tendría según los kilómetros abarcados, contemplando en su construcción la existencia de una estación ubicada cada 800 metros en promedio», además de «las posibles vías de financiamiento del proyecto» y «un estudio estimado del costo que representaría a los usuarios», según se indicó en la iniciativa.

Pacto de la Movilidad

El documento se confeccionó en 2010 con el trabajo conjunto de vecinos y diferentes instituciones y viene incorporando nuevos modos de transporte público «que permitan brindar soluciones a las zonas de mayor demanda». Allí, se propuso estudiar un sistema de metro ligero/tranvía que pueda incluir un tramo de metro soterrado (subte) como alternativa posible en aquellas arterias con mayor demanda de transporte urbano de pasajeros, y que permita hacer más atractivo este sistema público desalentando el uso del automóvil particular.

A favor

El tema ya desató controversias y distintas opiniones se expresan al respecto. En sentido favorable y en defensa del proyecto Schmuck dijo que «es una iniciativa de mediano plazo que, por las características que nuestra ciudad ha ido asumiendo, es necesario no sólo imaginarla sino empezar a gestionarla«.

«Este proyecto es técnicamente factible y políticamente viable. Sólo hace falta la voluntad de los distintos sectores políticos y fuerzas vivas que tiene la ciudad para gestionar las fuentes de financiamiento, ya sea nacionales e internacionales, para poder hacerlo posible», analizó la edila del Frente Progresista.

En cuanto a la inversión, sería entre 400 y 500 millones de dólares. “No es un proyecto tan faraónico siendo que uno después la piensa recuperar, más si lo va haciendo por tramos”, anticipó Schmuck. “Es una obra de infraestructura que tendría un costo de 30 millones de dólares el kilómetro. El costo del primer tramo sería de 300 millones de dólares, con las estaciones y el metro funcionando”, redondeó.

Y finalizó de manera contundente: «Necesitamos poner los objetivos más allá de la coyuntura, pensar y gestionar el mediano y largo plazo, para construir alternativas de solución estructural a los problemas que se nos presentan. Esta propuesta, de reactivar la posibilidad de contar con la implementación del Metro Subterráneo, se orienta en este sentido. Por lo tanto hay que asumir hoy las gestiones que requiere poder concretar un proyecto de esta magnitud».

Otra voz a favor del proyecto es la del secretario de Transporte de la Nación, Alejandro Ramos, quien expresó en diálogo con LT8 que «creo que Rosario tiene que plantearse un subte» y agregó: «Esto es una obra para la región, tanto por el empleo, como para ser una solución de fondo para el transporte».

«Esta propuesta tiene el respaldo de la Nación, tenemos que analizar establecer el recorrido ideal y eso debe definirlo el municipio», mencionó Ramos. «Tenemos que desarrollar un transporte para que se desaliente el uso de autos, para eso hay que generar una alternativa de calidad», añadió y dijo por último que «ratifico la voluntad de la secretaría de Transporte de la Nación de ponernos a disposición para trabajar en el proyecto», concluyó.

En contra

Rolando Maggi, de la Asociación Amigos del Riel, manifestó sus reparos al proyecto que se estudia en el Concejo y señaló que «la alternativa del subterráneo para una ciudad importante es uno de los pilares de la movilidad pública. Pero en el caso de la ciudad de la escala de Rosario, tener unos tramos de subterráneo teniendo la cantidad de infraestructura ferroviaria que tiene y pudiendo disponer de corredores por calle nos llama la atención«.

En contacto con LT8, dijo que primero «Rosario todavía tiene que definir poner una estación de trenes de primera magnitud central y las estaciones auxiliares», a lo que se le suma «una estación de ómnibus que está permanentemente en conflicto».

«Este trazado que se propone y salió publicado realmente nos llamó mucho la atención, porque no coincide con nada de la planificación que alguna vez se ejecutó sobre la ciudad», señaló Maggi. Remarcó que «habrá que evaluar para qué hacer un subterráneo y qué recorrido hacer». «Primero hay que definir los ejes principales de la movilidad de la ciudad, que no los tiene definido realmente», cerró Maggi.

Por su parte, el concejal Jorge Boasso ofreció otra alternativa al sistema de subte e impulsó su proyecto de Premetro o Metrorail (trenes elevados) en ramales que unan los puntos norte, oeste y sur con el centro de Rosario y permitan descongestionar las calles.

noticia_000674r3Este sistema de trenes elevados tiene la misma finalidad que el subte (descongestionar el tránsito en las calles), pero se presenta más factible de realizarse ya que no requiere de una obra subterránea ni necesita ‘levantar’ toda la ciudad”, explicó Boasso.

En julio de 2007 el edil radical propuso a la intendencia realizar un estudio para determinar la pre-factibilidad técnica, económica y financiera, a través de la Unidad de Planificación Estratégica de Movilidad, Tránsito y Transporte Multimodal, para implementar sistema de trenes elevados.

“Desde aquel momento se advertía el crecimiento del parque automotor de la ciudad. Ahora, lo que tenemos que lograr es despejar las calles que ya están sobrecargadas de vehículos particulares, ómnibus y taxis. Descongestionar, era ya en aquel momento, la idea principal”, sostuvo el concejal Boasso, quien dio detalles: «Estas formaciones permiten transportar de 40 a 200 pasajeros, además de ser silenciosos y no producir emisiones contaminantes. Como lo indica la experiencia mundial, es de riesgo mínimo frente a otros medios y permite una automatización plena del sistema, y su testeo On Line».