Luego de que en la jornada de ayer, ráfagas de hasta 90 kilómetros por hora azotarán la ciudad, comienzan a verse las consecuencias menos agradables. En el Colegio Joan Miró de Funes, el pico de velocidad del viento causó destrozos en el techo de la entidad y obligó a suspender las clases.

«Estamos más tranquilos pero el viento de ayer fue muy importante que dañó el techo de un aula y daños menores en otras», dijo a Conclusión Jorgelina Russo, la directora institucional de la institución.