VIERNES, 29 DE NOV

Sigue el reclamo por la instalación de una planta de tratamiento de efluentes

Los desechos cloacales de Rosario van a parar al río sin tratamiento. Hay una causa por contaminación ambiental contra directivos de Aguas Santafesinas, encargada de realizar la obra.

 

Vamos al baño, tiramos la cadena y nos olvidamos de los restos, pero, ¿a dónde van?, ¿qué pasa con ese excremento?

En Rosario, los desechos son enviados al río Paraná. El mismo lugar de donde se obtiene el agua que tomamos. Cualquiera podría pensar que se realiza una purificación al líquido para evitar que el agua con partículas de excremento llegue a la casa de los vecinos. Pues no, no existe una planta depuradora de desechos cloacales. Por lo tanto, el agua que tomamos no tiene ningún tratamiento en ese sentido.

Si bien, algunos especialistas justifican esta situación, debido al magnífico caudal del río Paraná, uno de los ríos más grandes de Sudamérica y el séptimo más caudaloso del planeta, por lo que explican que no hay riesgo a la salud. En términos sencillos, no hacen la obra porque, supuestamente, los desechos se degradan en el río.

Son alrededor de 350 millones de litros diarios de líquidos cloacales que recibe cada día la zona del Gran Rosario. En tanto, el río, por segundo, transporta en promedio 16.600 metros cúbicos de agua.

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Organizaciones ambientalistas de Rosario tienen otra postura. Entonces, ante el incumplimiento permanente del Estado (a lo largo de todos los gobiernos de distintos signos políticos) de construir la planta, se decidió judicializar el conflicto socio ambiental. A punto tal que denunciaron a las autoridades por contaminación del río. En ese sentido, cuatro directivos de la empresa Aguas Santafesinas fueron denunciados civil y penalmente en 2023.

Semanas atrás la Cámara Federal de Rosario revocó el procesamiento de los exdirectivos de Aguas Santafesinas entre 2019 y 2023 Hugo Morzán, Marisa Gallina, Alfredo Menna, Darío Corsalini y Gustavo Actis. De esta forman, los magistrados Silvina Andalaf Casiello y Aníbal Pineda dejaron sin efecto el procesamiento que había dispuesto el juez federal Carlos Vera Barros

Los jueces se basaron en un tecnicismo al señalar que “los efluentes cloacales, cuya descarga se analiza en la presente causa, no pueden ser considerados residuos. Residuo es aquello que resulta de la descomposición o destrucción de algo; el material que queda como inservible después de haber realizado un trabajo u operación”.

De igual forma indicaron que la resolución “no es óbice para la realización o prosecución de otro tipo de procesos que puedan prevenir daños ambientales, prever sanciones económicas o administrativas, o recomponer el ambiente si éste hubiera sido afectado de manera nociva, entre otras”.

Para el abogado de la Asociación Civil Cuenca Río Paraná, Fabián Maggi, son “responsables”. En diálogo con Conclusión, adelantó que presentarán un recurso a Casación, ya que consideró que la decisión de la Cámara se tomó con “un desapego total a las pruebas que se encuentran en el expediente”.

Una de los principales elementos que tomó la ONG fue un estudio ambiental que la Fiscalía Federal 2 solicitó al Departamento de Delitos Ambientales de la Policía Federal hizo, en colaboración con Prefectura, en el que se pudo comprobar “niveles exorbitantes” de contaminación del río Paraná a raíz del vertido de efluentes cloacales en el Emisario Sur, de Circunvalación y Ayolas.

“La literatura científica es muy abundante en cuanto a los riesgos para la salud que produce la presencia de coliformes fecales en las aguas”, afirmó Maggi. “En la causa civil la empresa reconoció la necesidad de construirla y propuso el lugar (donde hoy se encuentra el Enapro). Pero no activan ningún mecanismo que permita la construcción de la planta”, agregó el abogado, quien detalló que “en ese englobamiento está demandada la Provincia, y el Estado nacional fue convocado como tercero interesado”.

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En tanto, mencionó que “Aguas Santafesinas tiene que tener sus fondos porque un componente de la tarifa es para la ampliación de la red de provisión agua potable y de tratamiento de efluentes cloacales. Nos preguntamos a dónde fue a parar ese componente”.

“Hubo un proyecto avanzado en 2011 o 2013 en la zona de Villa Diego, Villa Gobernador Gálvez, que hace presuponer que los fondos existieron, por lo tanto, hay que preguntarse qué es lo que sucedió con ese dinero”, denunció Maggi.

Cabe señalar que desde Conclusión se intentó obtener la palabra de directivos de Aguas Santafesinas en diversas oportunidades, sin embargo, las entrevistas no fueron concedidas.

Números que dan asco

Lisa y llanamente, los desechos que decantan de cada inodoro, pileta y bacha de la ciudad van a parar al río Paraná sin tratamiento alguno. Según estimaciones de la ONG X Rosario se vierten 345 millones de litros diarios de líquidos sin tratar al río Paraná, lo que, coliformes fecales, según determinaron los estudios puede provocar, escherichia coli.

El 85 por ciento de Rosario cuenta en la actualidad con el servicio de cloacas. Esta red vierte de manera cruda sus desechos en dos lugares del río frente a la ciudad: el Emisario 9 lo hace a la altura de avenida Francia (frente al Barquito de Papel) y el Emisario Sur en la zona de acceso sur y Gutiérrez. En tanto, la planta potabilizadora toma del Paraná siete metros cúbicos de agua por segundo y los volcamientos de líquidos cloacales son de cuatro metros cúbicos por segundo.

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Por su parte, desde el Concejo de Rosario presentaron un proyecto para conocer el estado de la situación. En la norma se señala que las aguas cloacales (residuales) están compuestas principalmente por el desecho de tres grupos: aguas de uso doméstico (las que se utilizan para el aseo personal, en la cocina y limpieza); residuos humanos (las que se usan para el transporte de materia fecal y orina hacia las cloacas); y residuos no domiciliarios (provenientes de actividades industriales, comerciales y de servicios). Este último grupo –indica el proyecto– suele contener la mayor carga de contaminación, por lo que exige un pre tratamiento de las aguas que se vuelcan a la red cloacal.

La norma remarcaba también que la gran masa de microfauna y microflora le suma una segunda condición para dotarlo de una alta capacidad para autodepurarse y acotar la contaminación a niveles aceptables.

Proyecto congelado

Actualmente, existe un proyecto para construir la planta, pero el mismo hasta el momento no tuvo avances. En la descripción que hace la Municipalidad, dice que “se prevé la construcción de obras e infraestructuras que permitan el tratamiento de los líquidos cloacales previo a su descarga, mejorando así la calidad del efluente”. Aunque aclaran que “cabe destacar que el ámbito competente para el desarrollo de este proyecto es el nivel provincial, y a través de Aguas Santafesinas, S.A. (ASSA) se gestiona los efluentes cloacales y la provisión de agua potable”.

Desde Aguas Santafesinas (Assa) mencionaron en otras oportunidades que falta autorización del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (Enohsa) para el inicio de las obras, además de la financiación.

En el año 2019 el Gobierno de Santa Fe de, en ese momento, Omar Perotti, presentó el proyecto para construir una planta depuradora en Puerto General San Martín. Sin embargo, en la ciudad más populosa de la provincia todavía no

 

 

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