El 31 de octubre de 2017 cinco rosarinos fallecieron violentamente en Nueva York. Algo que parecía lejano como un atentado terrorista en la ciudad estadounidense, de repente se volvió cercano, local. Es que cinco rosarinos fueron víctimas de aquel trágico hecho, por el que un hombre se encuentra preso y con pedido de pena de muerte.

Las víctimas eran ex alumnos del Instituto Politécnico (promoción 1987), habían viajado a Estados Unidos para celebrar los 30 años de graduados. Ocho amigos partieron desde la ciudad hacia la Gran Manzana y allí se encontraron con uno más, quien vive hace años en el país del norte.

Inesperadamente fueron embestidos por un camión mientras se encontraban paseando en bicicletas que habían alquilado. Murieron cinco de los integrantes del grupo y otros cuatro resultaron heridos. En total, el ataque generó ocho muertos y 12 heridos.

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Por el crimen, Sayfullo Saipiov, un hombre de nacionalidad uzbeca se encuentra en prisión. El juicio comenzará en abril del próximo año y la Fiscalía estadounidense pidió la pena de muerte. El juez Vernon Broderick, a cargo del caso, rechazó el pedido de los abogados defensores para eliminar una serie de pruebas en su contra.

Bajo la consigna «El amor vence al odio», se realizó un homenaje a dos años de la muerte de cinco rosarinos. Familiares y amigos piden memoria, Justicia y buscan concientizar contra el terrorismo.

La convocatoria fue en el Politécnico (Pellegrini y Ayacucho), donde un nutrido grupo de personas recordó a los ex alumnos con velas en la vereda.

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Claudio Carranza, amigo de los fallecidos, comentó a Conclusión: «En esta fecha a uno le cae la sensación de aquellos días. Fue algo inesperado. Cayó una bomba, fue un cimbronazo. Me parece bárbaro poder encontrarnos. El amor vence al odio hay que llevarlo al día a día. Hay muchas situaciones en las que podemos aplicar eso».

Horas antes, se había realizado otra conmemoración en el Espacio Cultural Universitario. Allí, Vera Dargholt, viuda de Hernán Ferucchi sostuvo que si bien «es una fecha muy difícil, la frase elegida es lo que le quieren dejar inculcado a sus hijos».

«Hay momentos que uno se encuentra solo y que no tiene ese beso de buenos días o con quién compartir lo que nos pasó en el día…es triste y muy difícil», agregó conmovida.