A siete años de la tragedia ocurrida en el Café de la Flor donde el bajista Adrián Rodríguez perdió la vida por un caso de ineficiencia en los controles, compañeros del músico e integrantes del colectivo de artistas Canción Urgente se reunieron en La Toma para hablar sobre los cuidados y las prevenciones que deben tener los artistas al momento de subir al escenario.

La actividad «Prevención de riesgos escénicos» tuvo como protagonistas a el músico de Raras Bestias, Juan José Duboé, quien es técnico en Seguridad e Higiene y por Negro Ojeda, docente y operador de sonido.

El objetivo de la charla fue tratar ciertas problemáticas que siguen existiendo a pesar de haber pasado por experiencias como la gran tragedia de Cromañón y, puntualmente, en Rosario el fallecimiento del bajista Adrián Rodríguez, quien perdiera su vida por los desperfectos técnicos no controlado por el aparato estatal en octubre del 2015.

Joel Pereyra, integrante de Raras Bestias y miembro del colectivo Canción Urgente, dialogó con Conclusión y explicó que la importancia de esta charla tiene que ver con que «hay mucha desinformación en cuento a lo que tenemos que hacer arriba del escenario para cuidarnos, no solo los músicos sino los artistas en general».

En relación a lo ocurrido en el boliche Cromañón donde 197 personas perdieron la vida, el músico expresó: «Son ejemplos de catástrofes que no se tiene que volver a repetir. Y este es el objetivo. Es fundamental que hagamos mella en los más chicos. Los jóvenes a veces no son precavidos. Nuestra idea es abrirle la cabeza a nuestros compañeros, que no se tiren a cualquier lugar, que si ven cosas raras no toquen».

Con esta actividad, los músicos apuntan «a no depender de lo que tendrían que hacer. Nosotros pedimos por la seguridad de los artistas y pedimos un reconocimiento como músicos. Los artistas debemos tener la seguridad de que el Estado lo proveerá. Este tipo de instructivo escénico nos ayuda a tener cierta seguridad sin depender de nadie».

Pereyra recalcó que «nosotros somos artistas, no somos ni inspectores ni electricistas. Por eso exigimos la seguridad para que no le pase a alguien lo que paso a Adrián. Estaría bueno que octubre sea el mes de la conciencia escénica, ya pasaron 7 años lo de Adrián Rodríguez pero parece que mucha gente se olvidó».

Al consultarle si desde la organización seguían en contacto con autoridades gubernamentales o concejales para estimular la iniciativa, el músico definió: «En su momento sí. Hoy, por ahí, con la causa diluida pierde peso en cierta forma. Este tipo de encuentro nos hace recobrar la esperanza. Esto nos reconforta que haya esa unión y esperamos la pata del Estado en esta charla».