Familiares y víctimas de violencia institucional junto a organizaciones sociales, políticas y académicas, sindicales y de Derechos Humanos presentaron esta tarde el «La Toma» la Multisectorial contra la Violencia Institucional (SIGLA). La organización se formó en 2016 con el objetivo de visibilizar la problemática y reclamar justicia en alguno de los casos ocurridos en la ciudad.

En Rosario, durante el 2013 se registró un récord de homicidios dolosos y llegó también a cifras récord en cuanto a los casos de gatillo fácil, lo que deviene a una necesidad urgente de un espacio de lucha.

En pedido de un «Ni un pibe menos ni una bala más» familiares de víctimas dialogaron con Conclusión y afirmaron la necesidad de unirse a nivel nacional.

«Sabemos que es una larga lucha y por eso nos organizamos a nivel nacional porque queremos luchar contra este sistema que cada vez nos oprime más, porque las cifras son alarmantes, cada cinco horas muere un pibe asesinado en manos de la policía», expresó Daniela Herrara, hermana de Jonathan, asesinado en enero del 2015.

La violencia institucional se re encrudece cada vez más y se ha vuelto un fenómeno sistemático extendido en el tiempo y focalizado contra un grupo social específico como son los jóvenes de sectores populares abarcando las prácticas de las fuerzas de seguridad que van desde detenciones por averiguación de identidad, torturas y ejecuciones sumarias hasta desapariciones forzadas.