Este miércoles en el Concejo se presentó el libro Envenenados, un trabajo del escritor y periodista Patricio Eleisegui, que recorre los cambios y consecuencias sociales y sanitarias de un modelo de producción que, desde hace alrededor de dos décadas, combina la utilización de semillas transgénicas con la aplicación ascendente de numerosos compuestos químicos.

La presentación contó con la coordinación del concejal Osvaldo Miatello, quien valoró la iniciativa «para seguir la discusión que hemos iniciado el año pasado, que condujo a la aprobación de la ordenanza para la prohibición del uso de glifosato».

El edil afirmó a Conclusión que «el debate no ha terminado aun, la intendenta (Mónica Fein) finalmente no lo vetó, de manera que lo que hay que hacer es controlarlo y ese control no es producto de un inspector, debe hacerse un apropiamiento social del tema».

Por su parte, Damíán Verzeñassi, director del Instituto de Salud Socioambiental de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), quien expuso junto al autor del libro y participó de la investigación, valoró la presentación en el Palacio Vasallo «para proteger la salud de los rosarinos y rosarinas».

Del alimento al rendimiento

«Se ha transformado el proceso de producción, en nuestro país históricamente se produjeron alimentos y hemos pasado a producir commodities, y para aumentar rendimientos, se usan eventos transgénicos que se caracterizan por resistir a más cantidad de veneno», explicó Verzeñassi.

Damián Verzeñassi, director del Instituto de Salud Socioambiental de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario (UNR).

El especialista socioambiental aseguró que «se nos mintió acerca de la capacidad de los transgénicos de reducir el veneno en los productos, ha habido un incremento del 1000% desde la aprobación del primer evento en 1996».

«Por otro lado hay estudios publicados internacionalmente que han hallado restos de glifosato en productos elaborados a partir de materia prima que fue rociada con ese producto en el proceso de elaboración de semilla, o la misma harina de soja, o el jarabe de maíz, que es lo que se está aplicando a comestibles que se hallan en el supermercado», agregó el académico.

Según dijo Verzeñassi a Conclusión, «estamos ante la presencia de una sustancia química derivada de una investigación que se hace, no de la incorporación de saberes naturales, sino sintetizadas en un laboratorio, rompe la lógica de la toxicología».

Debate ineludible

El daño que infringe en la salud de las personas la utilización de estos elementos químicos, está fuera de juicio, con más de un ejemplo de relevancia internacional al cual aludir.

«Lo dice la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS), son sustancias que dañan la salud» aportó el investigador de la UNR.

El edil Osvaldo Miatello, presidente de la Comisión de Ecología y Medio Ambiente del Concejo, participó de la presentación de Envenenados.

«También lo dice la Justicia norteamericana, cuando en California obligan a que los productos que tengan derivados de glifosato o glifosato, sean etiquetados como cancerígenos y lo dice la Unión Europea cuando pide que se prohiba su utilización en no más de cinco años, como es el caso de Alemania» añadió Verzeñassi.

Y cerró: «Estamos en el Concejo deliberante acompañando la presentacion, para proteger salud de rosarinos y rosarinas, es este un punto de referencia para otros concejos, ya que a partrir de que Rosario tiene la ordenanza, empiezan a plantearse la necesidad de defender la salud de ciudadanos y no de empresas».

En noviembre pasado, el Concejo aprobó la Ordenanza N°9.789/17, que establece entre sus principales puntos: la prohibición del uso de glifosato en toda la ciudad de Rosario (tanto para uso agronómico como para espacios públicos y jardines particulares); la responsabilidad del estatal respecto al control y a la difusión de métodos alternativos para el control de malezas; y sanciones por el uso de este producto, que incluyen tanto multas económicas como inhabilitaciones temporarias o definitivas de establecimientos, empresas y profesionales responsables.