La obra de Jorge Galíndez cuenta las vivencias del profesional al trabajar con pacientes afectados por el virus, cuando aún era un tema desconocido, y también presenta la palabra de otras personalidades de la salud como Oscar Fay, José Biglione, Guillermo Weisburd, Carmen Martearena, Santos Coppi y Sergio Lupo, entre otros, quienes dejan testimonio sobre cómo se combatió en Rosario a la epidemia más grande de los últimos tiempos.

Jorge Galíndez

“Hoy, creo que es necesaria la segunda edición de “Ya no es tan grave” porque sus enseñanzas tienen plena actualidad. Cómo no valorar la vocación, la inquietud, audacia y curiosidad de los jóvenes por lo desconocido, la importancia del trabajo en equipo, de la capacitación profesional y sin olvidar, por supuesto, asumir el compromiso permanente con los pacientes y el apoyo de los propios colegas en circunstancias tan adversas”, expresó Galíndez.

En diálogo con Conclusión, el médico se refirió a la poca información que había cuando comenzó a tratar a pacientes HIV positivos. “Cuando apareció la enfermedad no había libros ni maestros, había comentarios de una enfermedad que pasaba lejos, entre los homosexuales. Era otro mundo lleno de prejuicios hacia la homosexualidad y a los adictos intravenosos”, explicó.

Y reconoció que en su momento, los médicos que se disponían a tratar a pacientes con Sida eran “discriminados” por sus colegas, quienes se negaban a compartir hospitales con personas infectadas.

Galíndez indicó que si un paciente se enteraba que su médico atendía a personas con Sida, dejaban de ir y, en este sentido, enumeró algunas anécdotas que denotan la falta de información que los ciudadanos tenían sobre la enfermedad.

Como ningún dentista quería atender a las personas portadoras del virus, un profesional los examinaba a la madrugada, en la guardia de la Facultad de Odontología, para que sus colegas no lo vean. Por este motivo, los pacientes lo llamaban “el ángel de los dientes”.

El material evoca momentos en donde tanto los profesionales como la sociedad tuvieron que enfrentarse a un virus desconocido, lo que implicó años de trabajo incansable difundiendo la prevención, la capacitación y la investigación en la lucha contra la epidemia y también contra prejuicios y estigmas.

“Sin duda los tiempos han cambiado, y es justamente después de las respuestas médicas que llegaron luego de más de 30 años de lucha que podemos decir que ya no es tan grave”, apuntó Galíndez, distinguido en 2017 por su trayectoria por el Concejo Municipal de Rosario.

“Las vivencias narradas en el libro siguen vigentes y pueden ayudar a los lectores no sólo a conocer cuál fue nuestro accionar en aquellos años, sino también a rescatar la responsabilidad ética con que enfrentamos al sida, y que es una experiencia asimilable a cualquier circunstancia desfavorable que nos interpele y nos exija las mejores respuestas”, concluyó el médico.

“Ya no es tan grave” se lanzó por primera vez en 2004. Esta nueva edición cuenta con un prólogo del doctor Alberto Muniagurria, presidente de la Fundación de Ciencias Médicas de Rosario.

El libro también será lanzado en formato digital y tendrá su propio sitio web, donde se volcarán entrevistas, nuevos escritos y contenidos audiovisuales que serán de gran valor histórico para nuestra ciudad.