La reciente clausura del bar «La Tienda», lugar donde fue visto con vida por última vez el joven Gerardo Escobar, tuvo sus consecuencias políticas y despertó la polémica entre los concejales de la ciudad. La existencia de los «after hours» entró en debate y hay quienes quieren prohibir su funcionamiento.

Tal es así, que hoy el oficialismo presentará un proyecto en el Palacio Vasallo para prohibir que esos locales funcionen como boliches encubiertos entre las 5.30 y las 8.30, donde se concentran las mayores denuncias de vecinos por ruidos molestos e incidentes. La iniciativa establece que los bares que abren toda la noche hasta el amanecer deberán tramitar un permiso especial ante el municipio, que para otorgarlo deberá revisar los antecedentes del local.

«Inexistencia de denuncias referidas a situaciones de violencia, desmanes, ruidos molestos, la no tergiversación de rubro y difusión musical fuera de hora» son algunas de las condiciones que deberán estar en regla.

Sebastián Chale es el impulsor de la propuesta y dijo que «en realidad la figura del after no está permitida en la ciudad, los locales que funcionan como tal lo hacen tergiversando el rubro«.

En ese sentido, explicó que «estos locales conflictivos fueron habilitados por la Municipalidad como bar, pero entre las 5.30 y las 8.30 ponen música fuerte, bajan las luces y funcionan como boliches encubiertos. Acumulan muchas denuncias por ruidos molestos y por incidentes».

Según fuentes, los cinco locales «conflictivos» son: «La Tienda», de Tucumán al 1100; «El Beso», de Güemes al 2600; «Jalizco», de Córdoba y Donado; un local de San Lorenzo al 700; y el que funciona en Marcos Paz y Avellaneda.

Algunos de estos locales ya fueron clausurados en reiteradas ocasiones de manera preventiva por «difusión musical fuera del horario permitido». Sin embargo, tras cumplir con las sanciones volvieron a abrir sus puertas una y otra vez.

Por su parte, el secretario de Control y Convivencia Ciudadana, Pablo Seghezzo, admitió que el municipio tiene dificultades para fiscalizar estos espacios, ya que cada vez que los inspectores quieren constatar anomalías, los empresarios avisan vía handy a sus empleados, prenden las luces, apagan la música y no se detecta falta alguna.

«Tuvimos que recurrir a inspectores encubiertos que se hicieron pasar como clientes, pidieron una copa y nos informaron de las irregularidades, pero esta gente objetó legalmente el procedimiento en el Tribunal de Faltas», mencionó el funcionario.

En ese marco, el proyecto de Chale apunta a «otorgarle a la Secretaría de Control mejores herramientas para fiscalizar estos locales, con un criterio preventivo, permitiendo que haya bares que abran todo el día, pero poniéndole límites».

Una vez otorgado el permiso, los locales podrán funcionar todo el día, pero no podrán pasar música a altos decibeles entre las 5.30 y las 8.30, correr las mesas y bajar las luces como hacen actualmente los after.

«Hay por lo menos una docena de bares en Rosario que funcionan toda la noche, que los jóvenes cuando salen de bailar a las 5.30 se sientan a comer una hamburguesa, una pizza, a tomar una cerveza, un trago o un café. Esos lugares seguirán funcionando sin problemas«, destacó Chale.

De acuerdo al texto, se autorizará al Ejecutivo a dictar la caducidad de la habilitación de aquellos establecimientos que atiendan al público las 24 horas y no tengan el permiso. En esos casos, el municipio podrá denegar la tramitación de nuevas habilitaciones bajo el mismo rubro o de similares características por dos años.

El concejal radical Sebastián Chale destacó que de prosperar su proyecto en el Palacio Vasallo «el municipio y la policía tendrán una muy buena base de datos de lo que ocurre en un horario conflictivo de la noche rosarina».

Según Chale, «al exigirse un permiso especial para los bares que funcionan toda la noche, el municipio podrá contar con una base de datos actualizada de los lugares donde hay movida y programar operativos para que no haya conflictos con los vecinos».

El concejal del Frente Progresista remarcó además que su propuesta, que se debe tratar en el Concejo, «busca también evitar la competencia desleal, entre los boliches que hacen fuertes inversiones y funcionan hasta las 5.30 y estos after que en realidad fueron habilitados como bares pero tergiversan el rubro y funcionan como tal entre las 5.30 y las 8.30 de la mañana».