La emblemática bombonería Royal, marca Nº 1 en golosinas en la ciudad, cambió de manos. Su histórico titular, Rubén Piatti, tomó la decisión de desprenderse de los 12 locales que la marca tiene en el país, a tres grupos de inversores diferentes. Los comercios de la ciudad serán administrados por un grupo empresario de San Nicolás. Otros dos nuevos propietarios, uno santafesino y otro que aun no está definido, administrarán las sucursales de Santa Fe, Paraná, Buenos Aires y Córdoba.

Algunas de las razones que precipitaron el cambio, a pesar de su trayectoria en la ciudad, fueron las crisis económicas, el alicaído el estado del centro de la ciudad y un modelo de negocio que nunca terminó de adaptarse a los tiempos actuales.

La marca Royal tuvo sus inicios hace 40 años como boca de expendio de golosinas, con una fuerte impronta en la ciudad, en la que impuso la modalidad de autoservicio e incursionó en otros rubros como cafetería, heladería y fiambrería en varias sucursales.

Su auge fue en la décadas de los 90 pero a comienzo de los 2000 empezó a perder fuerza. En primera instancia se desprendió del servicio de bar y cerró el majestuoso local de dos platas emplazado en plena peatonal Córdoba. Luego siguió el mismo destino el local del shopping  Portal y volvió a mantener solo los locales de autoservicio de golosinas.

Con este cambio de manos, los nuevos dueños apuestan a una modificación radical para darle un toque moderno y acorde a las nuevas formas de ventas.