El tradicional Parque de la Independencia, que hace mas de 100 años divierte a la población local y a los turistas, sigue siendo un lugar elegido por el público en general. Sin distinción de edades, el lago artificial es uno de sus mayores atractivos.

El espectáculo de aguas danzantes le coloca la frutilla del postre al paseo. Tardecitas y noches se transforman en un verdadero show de música variada en combinación con el increíble espectáculo de las aguas danzantes.

Parejas de todas las edades, familias y amigos rodean el lago para observar el espectáculo totalmente gratuito. En las tardes noches de verano, algunos prefieren alquilar las lanchas a pedal y acercarse tanto a los chorros de agua que logran mojarse regocijándose al ritmo del sensacional sonido que proviene de la isla.

El alquiler de las lanchas que rodean el lago, sigue siendo el paseo preferido de niños y familias sin distinguir edad. Obviamente no faltan los tradicionales mates, gaseosas, facturas y sándwiches que lleva el público para ubicarse en primera fila con sillones y reposeras para ver el espectáculo y disfrutar del fresco que la abundante naturaleza del lugar aporta.

El Parque de la Independencia fue inaugurado el 1 de enero de 1902. Esa noche la población entera de Rosario se había dado cita en el lugar. La fiesta de inauguración obtuvo un brillante éxito. Carruajes, tranvías y un ejército de peatones se dirigieron hacia el Parque. Se formó un cordón inmenso de gente alrededor del Lago, en las pendientes de la montañita llamaban la atención millares de farolitos chinescos desparramados entre las plantas. Se observaban con admiración las luces de bengala, y el gran foco eléctrico colocado en la cima que emitía rayos luminosos de colores. El lago era surcado por infinidad de pequeñas góndolas iluminadas y dos pequeños buques realizaron un cañoneo de cohetes; y en el pequeño islote, lleno de luces y adornos diversos, se quemaban fuegos de artificio.

A partir de entonces se realizaron múltiples intervenciones, ampliándolo y dotándolo de nuevas obras paisajistas, tecnológicas, de estatuaria…

Actualmente las 126 hectáreas constan de una magnífica arboleda que incluye, entre sus especies, tipas, eucaliptos, nogales, magnolias, sauces y palmeras.