En el marco de las discusiones por el nuevo Código de Convivencia que se dan en el Concejo Municipal de Rosario, el vicepresidente del mismo Roy López Molina reavivó una vez más el debate sobre la actividad de los cuidacoches en las calles de la ciudad rosarina.

En este sentido, el presidente del bloque Cambiemos opinó que «hace tiempo decimos que en su mayoría, los cuidacoches se han transformado en apretadores y extorsionadores. El Código de Faltas donde definimos las conductas que no queremos y les aplicamos una sanción, es una posibilidad de ponerle límite a estas prácticas».

«Planteamos como regla que la actividad de los cuidacoches en el espacio público esté prohibida e incorporamos agravantes en las sanciones, más pena, cuando eso se haga de manera organizada. Nadie puede negar que en Pichincha, en los eventos deportivos y musicales, hay una banda organizada casi como una asociación ilícita apretando gente para que les des plata por dejar el auto en un lugar que es público y por lo tanto, gratuito», se explayó el edil.

Si bien Roy López Molina aclaró que «por supuesto que se debe contemplar excepciones, pero en un Código de Faltas se sancionan conductas, no se promueven políticas sociales. A la par de eso uno puede tener una mirada distinta sobre casos particulares, pero en una realidad de inseguridad y violencia como la que vive Rosario, los cuidacoches son parte de ese problema».

«El proyecto que plantea el intendente tiene un error conceptual porque cuando hay una amenaza, ya no estamos en el ámbito de la justicia de faltas sino del Código Penal, que es la justicia ordinaria por un delito de extorsión. Pero también hay un problema práctico, porque en ese momento tan efímero en que te digan ‘dame doscientos pesos o rajá de acá’, difícilmente uno pueda tomar una prueba», agregó el concejal con respecto a la propuesta de Pablo Javkin.

Según López Molina «ese artículo no le trae soluciones al rosarino, que va a seguir siendo apretado. Por eso planteamos la prohibición de la actividad y donde se incentive esta práctica de una manera más extorsiva, como en las canchas de fútbol, aumentar la pena».

«Yo no desconozco y por eso hay que separar la paja del trigo, que hay muchos que recurren a esa actividad como changa porque no les queda otra, pero esa no es una discusión del Código de Faltas sino de otro ámbito: nosotros lo tenemos presentado desde el año 2014, así que a la par de la prohibición pedimos que se hagan relevamientos para conocer la realidad social», abundó.

En última instancia, pidió «trabajar con la Municipalidad y la Provincia para que esos salgan de la condición de vulnerabilidad y vuelvan al trabajo en blanco, pero esta situación no nos puede hacer desconocer que la mayoría de los problemas con cuidacoches tienen que ver con bandas organizadas y mafias, a las que hay que prohibir y sancionar».