Rosario marchó en contra de la violencia institucional
En una nueva edición de la Marcha de la Gorra, los rosarinos salieron a las calles para denunciar las diferentes formas de violencia institucional en una movilización desde la Plaza 25 de Mayo hasta la San Martín.
En la tarde de este jueves se llevó adelante la segunda «Marcha de la Gorra», donde los rosarinos marcharon por las calles de la ciudad para denunciar las diferentes formas de violencia institucional que padecen, sobre todo, los jóvenes de las barriadas populares, como así también «la estigmatización, exclusión, discriminación y represión por parte del Estado».
La convocatoria invitaba a concentrar en la plaza 25 de Mayo, de Córdoba y Laprida, a partir de las 15, donde hubo un festival con rap, música, ilustraciones y micrófono abierto. Cerca de las 17, las organizaciones partieron hacia la plaza San Martín, donde culminará la marcha.
El integrante de la Ctep, Nelson Mansilla, dijo a Conclusión que se están viviendo tiempos «donde los jóvenes son los más vulnerables y las políticas neoliberales de este gobierno pegan a los más humildes«. Y, en este sentido, agregó que la idea de la marcha es «demostrar en la calle que los únicos que estamos en peligro somos los jóvenes».
«Pedimos políticas sociales como educación, trabajo, la apertura de talleres y sobre todo que la policía pare un poco la mano con la violencia que reciben los jóvenes«, expresó.
Además, Mansilla indicó que desde la organización buscan crear puestos de trabajo para «poder llenar la olla» pero denunció que la policía no los deja trabajar y son «sometidos y violentados».
«Nuestra idea es generar puestos de trabajo con las herramientas que tenemos y la policía lo que hace es reprimir», explicó.
En sintonía, señaló que hubo «un montón de casos» de jóvenes que estuvieron dos o tres días detenidos e incomunicados «por portación de cara», ya que fueron aprendidos por la policía sin haber cometido delito alguno.
Por su parte, el presidente de la Federación Universitaria de Rosario (FUR), Manuel Leiva, indicó a este medio que la agrupación que lidera dijo presente en la marcha «en solidaridad con la situación que están viviendo los barrios, donde hay abuso de poder constante» y pidió que se deje a la discriminación de lado y que «cambien las políticas de seguridad que son represivas con la gente».
«Además de la discriminación constante que vienen sufriendo los pibes en los barrios, está la falta de oportunidades que un Estado ausente genera, a partir de ahí hay un montón de problemas que se van destrabando. Que la salida ante la falta de oportunidades sea la delincuencia y ante eso la represión constante, lo único que hace es que se aumente el círculo de violencia«, explicó Leiva.
Y concluyó: «Si no abordamos la profunda desigualdad social que tenemos, hay grupos que entienden que se puede salir bajo una via violenta, que nada tiene que ver con lo que nosotros pedimos».
Finalmente, Ignacio Mancini. del MST, celebró que Rosario se realice por segundo año consecutivo la Marcha de la Gorra.
«En Santa Fe y Rosario tenemos una fuerza policial muy represora, tristemente conocida por casos de desapariciones forzadas, por lo tanto era muy importante que acá la realicemos (a la marcha) y más en un contexto donde los gobiernos en la región están mostrando sus dientes con las fuerzas represivas en las calles», sostuvo.
En esta línea enumeró que los jóvenes sufren diversos abusos policiales como interrogatorios, quita del documento de identidad y requisas, sin ningún justificativo.
Consultado sobre por qué los jóvenes son los más perseguidos por los abusos policiales, Mancini indicó: «Somos los jóvenes porque no tenemos nada que perder, porque este es un sistema que nos ha sacado todo, derechos, conquistas, nos precariza, nos persigue. Pero como nos sacaron todo también nos sacaron el miedo«.
Bajo la consigna «Tu seguridad nos limita, nuestra resistencia es infinita», el llamado a participar de la Marcha de la Gorra indica: «Salimos a la calle porque no nos callamos frente a los abusos y delitos cotidianos cometidos por las Fuerzas de Inseguridad en nuestros barrios, porque no nos quedamos de brazos cruzados ante la criminalización de la pobreza y la estigmatización Estatal, social y mediática hacia los pibes y las pibas de barrios populares».
