Al no tener una fecha precisa de fundación, Rosario celebra su día el 5 de agosto, en conmemoración al día en que fue declarada como ciudad. Este festejo se realiza desde el año 2008.

El 5 de agosto de 1852, el gobernador de Santa Fe Domingo Crespo promulgó la ley que, sancionada dos días antes por la junta de representantes, declaró a Rosario como ciudad. Así fue como Villa del Rosario pasó a ser conocida como ciudad. Esa declaración sintetizó procesos históricos que habían dado a la Villa del Rosario un lugar protagónico en la historia argentina.

“Una construcción de fines del siglo XIX que, si no se hubiera declarado ciudad, no se hubiera transformado en un puerto con una potencia comercial importantísima en Argentina, disputando en muchos momentos el mismo rol a la ciudad de Buenos Aires”, enfatizó Nicolás Charles.

Hasta entonces, la “ilustre y fiel villa” –un conjunto de casas bajas que no superaba los 3.000 habitantes– había sufrido la postergación del centralismo de Buenos Aires. Su puerto natural, que brindaba excelentes perspectivas desde el punto de vista del libre comercio, había sido cerrado a los buques extranjeros por un decreto del gobernador de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas, el 22 de enero de 1841.

Tras la batalla de Caseros, en la que combatieron dos batallones de rosarinos el 3 de febrero de 1852, los milicianos fueron especialmente felicitados por Urquiza, con la promesa de que ayudaría a la villa en sus aspiraciones de progreso. Consecuencia de ello, el 9 de junio de 1852, Urquiza escribió al gobernador Crespo para que procurara erigir a Rosario en ciudad.

El mandatario santafesino gestionó por sí mismo, ante la Junta de Representantes, para que sancionara la ley respectiva. Entre sus argumentos, se destacó “su posición local, que la pone en contacto directo con el interior y exterior, por su crecido número de habitantes y por su comercio activo con todos los pueblos de la república”. Dicha declaración abrió además puertas a otros acontecimientos no menos relevantes, como la apertura de los ríos a la libre navegación, lo que significó terminar con el monopolio de Buenos Aires e iniciar camino para el desarrollo del puerto de Rosario.

El 3 de agosto de 1852 la Junta de Representantes dio su visto bueno y dos días más tarde Domingo Crespo firmaría el decreto definitivo y Rosario pasaría a ser reconocida como ciudad por el resto de su historia.

El 16 de octubre de 2008 la Cámara de Diputados de la Provincia de Santa Fe dio además sanción definitiva al proyecto de ley por el cual se instituye el 5 de agosto de cada año como Día de la Declaración de La Ciudad de Rosario de Santa Fe, en consonancia con el decreto firmado por el gobernador Domingo Crespo el 5 de agosto de 1852, por el cual se recategorizó la entonces denominada Villa del Rosario.