La inseguridad, acrecentada por la pandemia y la crisis económica que trajo aparejada, muestra su peor cara en los barrios menos privilegiados de la ciudad. Así lo sufren a diario en el Club Vecinal 25 de mayo, ubicado en Santiago y Coullin, que desde hace dos años sufren reiterados hechos de robo y vandalismo.

«Yo creo que hay un problema que se origina con grupos que aparecen para hacer daño  y usaban este lugar como una especie de ‘bulo’que reaccionaron cuando pusimos candado y cerramos el predio», reflexionó Miguel Gallichio, presidente de la vecinal.

Los hechos de robo y vandalismo se suceden desde hace un par de años. «Han hechos destrozos de todo tipo, vandalizaron las luces que iluminaban el predio y lo dejaron completamente a oscura. Han hecho daños en el salón, en las puertas, en las instalaciones en general. Y los robos son permanentes, se han llevado aires acondicionados, ollas y otros elementos para cocinar y elementos de limpieza. Ayer se llevaron un mechero y ollas que estaban en el salón donde se reunen un grupo de padres que quieren armar una obra social».

Gallichio hizo un raconto de los diferentes hechos que vienen sufriendo y recordó entre ellos la quema del baño de mujeres que ocurrió el pasado 10 de julio. «Como no se pudieron robar nada, quemaron el baño».

A pesar del panorama desesperanzador, en un acto de fe, Miguel hizo un llamado a los vecinos de su barrio: «Hay que trabajar solidariamente, yo le digo a la gente que sigan siendo socios, que tenemos que trabajar entre todos en el barrio y en la vecinal»