Tras una decisión tomada por las autoridades provinciales, hoy por la mañana se retiraron las vallas que rodeaban el edificio del Centro de Justicia Penal de Rosario. De esta manera el barrio empezó a asemejarse un poco más a como era hace dos años atrás.

Durante todo este lapso de tiempo, los vecinos tuvieron que acostumbrase a diferentes operativos de seguridad en la zona por balaceras y por el traslado de personas detenidas, de alto perfil, que eran trasladadas al lugar. 

Puntualizando además, sobre el aspecto económico, desde que se dispuso la restricción total al paso de vehículos por razones de seguridad, las ventas de la zona registraron una caída importante de las ventas.  Algunos comerciantes del lugar expresaron que fueron entre un 40 y 50%.

Es importante destacar también que las vallas que impedían la circulación de todo tipo de vehículos no fueron retiradas del todo, lo que hace presumir que de ser necesario podrían volver a colocarse sobre la calle.

Otro punto relevante a tener en cuenta es que en este tiempo, los vecinos se acostumbraron a estacionar de ambos lados en el sector del vallado. Por lo cual, al haberlas sacado, esa posibilidad no podrá aprovecharse. En este sentido la Municipalidad ya estuvo realizando operativos en la zona al respecto.