La Municipalidad de Rosario abrió la licitación para la rehabilitación y puesta en valor de uno de los emblemas arquitectónicos de la ciudad: la casona de Villa Hortensia. La histórica mansión, situada en Warnes 1917, es sede del Centro Municipal de Distrito Norte desde 1997 y será sometida a una “restauración exhaustiva”, con un presupuesto de 890 millones de pesos.

La obra comprende la rehabilitación de las cubiertas, fachadas, aberturas, basamento y torre del mirador. Además, se llevarán a cabo reparaciones integrales en las instalaciones sanitarias y eléctricas.

En el proceso de licitación, la contratista seleccionada deberá ser una empresa con experiencia en trabajos de restauración y entregar el edificio en perfecto estado de funcionamiento, para lo cual deberá proveer la totalidad de la mano de obra, materiales y equipos, estimándose un presupuesto de aproximadamente $890.000.000. El plazo de obra es de 18 meses desde el inicio de su ejecución.

Entre los trabajos a realizar en la rehabilitación de Villa Hortensia se destacan:

• Limpieza y consolidación de elementos premoldeados y ornamentos.

• Reparación de revoques exteriores.

• Restauración de elementos ornamentales como cornisas, aleros y molduras.

• Reparación de basamentos y elementos estructurales.

• Limpieza y reparación de fisuras y grietas.

• Pintura exterior de muros para devolver el esplendor original.

• Restauración de carpinterías metálicas y de madera.

• Reemplazo y pulido de elementos de marmolería.

• Rehabilitación del sistema de desagües pluviales de la cubierta.

• Impermeabilización de terrazas y balcones.

• Restauración de las cubiertas livianas, conocidas como mansardas.

• Remodelación de la instalación eléctrica en las terrazas de planta.

• Tareas generales de restauración del mirador.

• Restauración del kiosco glorieta.

Villa Hortensia fue construida en 1890 por el arquitecto Boyd Walker para la familia de José Nicolás Puccio, un empresario argentino fundador del pueblo, hoy barrio, llamado Alberdi. La vendió a Ciro Echesortu, y luego a Alfredo Rouillón, casado con María Hortensia Echesortu (de donde el palacio tomó el nombre). La familia Rouillón usaba Villa Hortensia como residencia veraniega, por lo rural de la zona, la cercanía a la barranca del río Paraná y la sombreada forestación.

La casona era reconocida dentro del trazado de Alberdi por ocupar una posición privilegiada, con vistas al río y a la plaza principal. Fue construida sobre una manzana completa, rodeada de grandes jardines delineados por un lago, un aljibe, glorietas y una abundante arboleda que marcaron y distinguieron la mansión en el pueblo.

La Villa fue comprada por la Municipalidad de Rosario el 30 de mayo de 1996 con el objeto de utilizarla como centro administrativo en el marco de un plan de descentralización.