El centro rosarino atraviesa una crisis de identidad: si bien durante el día puede verse una buena concurrencia de transeúntes –lo que no necesariamente se traduce en un mayor caudal de ventas–, lo cierto es que pasadas las 19, cuando los comercios bajan sus persianas, la zona se convierte en un territorio prácticamente desierto.

A pesar de los intentos de la Municipalidad de Rosario por reactivar el centro –con iniciativas como, por ejemplo “La noche de las peatonales”– lo cierto es que nada logra fomentar la actividad gastronómica y comercial en estos corredores pasadas la tarde.

>>Te puede interesar: La Favorita: expectativa de comerciantes en cuanto a mejora en ventas y en seguridad en la peatonal

Un comerciante llamado Guillermo –que tiene una librería sobre peatonal Córdoba– habló con Conclusión y dio cuenta del estado de abandono del casco histórico: “Acá a las cinco de la tarde es otro país. Hay otro tipo de gente. Se ven cosas raras. Yo estoy de las 10 hasta las 17. Quedarse hasta las 20 sería un suicidio”.

Sin embargo, las esperanzas de los rosarinos –y particularmente la de los comerciantes– pareció renovarse con la reapertura de “La Favorita”, el icónico edificio ubicado en Córdoba y Sarmiento, que desde este viernes volvió a funcionar como centro comercial, luego de dos años con sus puertas cerradas.

En el edificio –donde en los últimos años funcionó la empresa chilena Falabella– se instalaron varios comercios dedicados a venta de indumentaria, calzado, perfumería, farmacia y gastronomía, además de oficinas dedicadas a servicios. El lugar abre de lunes a sábados, con horarios que van de 8 a 22, dependiendo de la actividad.

Es, justamente, el horario y la gran oferta comercial lo que entusiasma a la ciudadanía, que tiene esperanzas en que “La Favorita” revitalice el centro rosarino. Para conocer la opinión de los vecinos, Conclusión salió a la peatonal Córdoba a dialogar con los transeúntes.

>>Te puede interesar: Tras dos años con persianas bajas, La Favorita palpita su apertura

“Quedó hermoso, muy lindo. Va a beneficiar a todo Rosario”, señaló una mujer que transitaba por el corredor comercial, mientras que otra vecina manifestó: “Me llamó la atención lo contenta que está la gente de estar nuevamente en este lugar tan emblemático de Rosario. Va a beneficiar a la peatonal”.

Un turista porteño que se encontraba visitando Rosario señaló: “Vine cuando era Falabella, y ahora veo esto y está precioso, hermoso. Va a ayudar al turismo y a la sociedad”.

En esta línea, dos jóvenes rosarinas destacaron la cantidad de locales gastronómicos, y aseguraron que el centro comercial “va a tener un impacto positivo en la peatonal y la zona”.

“Era un sacrilegio tener cerrado este edificio”, observó otro vecino, mientras que una ciudadana consideró: “Me gusta que haya reabierto porque es otra mirada para nuestro Rosario maravilloso. Te deprimía pasar y ver todo destruido”.