Este miércoles el ex presidente ecuatoriano y flamante Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Rafael Correa realizó una visita de carácter informal al Concejo Municipal, por el que fue distinguido este martes como «Visitante Distinguido», un proyecto impulsado por la concejala María Eugenia Schmuk.

En una de las oficinas del primer piso del Palacio Vasallo, Correa mantuvo un intercambio con concejales de la ciudad y luego brindó un discurso improvisado en el recinto de sesiones.

Quien fuera presidente de Ecuador durante el período 2007-2017, se refirió a cuestiones de índole económica (su especialidad académica), resaltando el tenor de los desafíos que afronta la región latinoamericana, ya históricos, como los respectivos a la soberanía productiva.

Rosario siempre estuvo cerca

En primer término, el ex mandatario afirmó que «Rosario siempre estuvo cerca» y mencionó con afecto a Fito Páez, a quien recibió en Ecuador por «esos privilegios que tiene ejercer la presidencia»; a la vez que resaltó la importancia de «ese extraordinario, ese gigante latinoamericano Ernesto «Che» Guevara», a quien calificó como «un ejemplo de revolucionario, de autenticidad, de convicción».

Rafael Correa, dialogando con distintos concejales de la ciudad antes de hablar en el recinto parlamentario.

Al ser consultado por Conclusión sobre su impresión de la ciudad y lo que le deja su paso, expresó: «Rosario me recuerda mucho a mi ciudad, estoy muy emocionado, nací y crecí en una ciudad al lado de un gran río y Rosario me recuerda a ella, por eso me da mucha nostalgia, además me llevo muchos amigos».

«Es un honor para mí este reconocimiento» dijo refiriéndose a la distinción otorgada por el Concejo, pero resaltó: «Yo no tengo nada de ilustre al lado de los trabajadores de Rosario, de las Madres de Plaza de Mayo, de los héroes anónimos».

«Bienaventurados los que iluminan sin brillar, porque hay quienes brillan mucho pero iluminan poco», teorizó.

Correa, que fue el único orador desde el estrado del recinto, acompañado del presidente del Concejo, Alejandro Roselló, se dirigió a jóvenes académicos y no académicos, a quienes incentivó a «volcarse a la política», donde «se necesita gente valiosa».

La lucha imprescindible

El ex presidente ecuatoriano junto a las autoridades del Concejo.

«América Latina es una de las regiones mas inequitativas del mundo, y eso es imperdonable porque es el producto de una mala distribución de los recursos, la pobreza económica es un problema político», sostuvo «El Mashi».

Y, una constante en su paso por la ciudad, citó a un ilustre, en este caso Bertol Brecht: «Hay quienes luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Pero los hay que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles”.

Y añadió: «De ninguna manera me considero imprescindible, pero sí que he intentado luchar en mi tarea académica, a la que he dedicado gran parte de mi vida, así como cuando me tocó ser presidente de mi país, y lucharé hasta el final de mi vida».

Correa también ponderó, en esa mención a la lucha y a la entrega, a las Madres de Plaza de Mayo, y reconoció haberse «emocionado» este martes cuando Elsa «Chiche» Pozzi de Massa le entregó un pañuelo en el acto de entrega del Doctorado Honoris Causa.

Además de Roselló y Schmuk, estuvieron presentes los ediles Andrés Giménez, Juan Monteverde, Horacio Ghirardi, Eduardo Toniolli, Caren Tepp, Fernanda Gigliani, Roberto Sukerman, Eduardo Trasante y Osvaldo Miatello, así como el ex concejal Fernando Rosúa.

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