Una protesta enfocada en dos realidades de nunca acabar. Este lunes hubo una manifestación contra la represión en el sur argentino, donde también se elevaron críticas a la empresa Sueños Compartidos por incumplimiento de promesas de obras.

En este sentido, vecinos de Travesía y Juan José Paso hicieron hincapié en la retirada de la empresa antes de terminar las viviendas. Conclusión reunió distintas voces en la movilización que tuvo lugar este lunes a la mañana.

Eusebio y Margarita, de pueblos originarios, expresaron que «nuestro reclamo se basa en las obras que hizo la empresa Sueños Compartidos junto a Madres de Plaza de Mayo, donde en nuestra comunidad quedaron 32 viviendas sin terminar, pero se fueron del barrio sin dar explicaciones».

«Hicieron la parte de iluminación, pero se olvidaron de asfaltar los caminos de tierra y de terminar las viviendas. Es nuestra preocupación por la que hacemos el reclamo, aunque ningún funcionario vino a decirnos nada», agregaron.

Los vecinos dijeron que «no tenemos respuestas de nadie. Hay muchas problemas de desagües, están tapadas las cloacas y nadie se hace responsable. Dejaron las obras paradas y se fueron, sin terminar ni siquiera los frentes de las casas. Es horrible vivir así, no se puede».

Por otro lado, también se hizo foco sobre la represión en el sur por la muerte del joven mapuche. Nahuel Álvarez, de la comunidad QOM, dijo a este diario que «estamos muy dolidos por lo que pasó».

«Esto viene desde hace muchos siglos y décadas y el motivo es siempre el mismo: el reclamo de las tierras que nos pertenecen. El gobierno las quiere para hacer negocios y dárselas a las empresas multinacionales. Están masacrando a los pueblos originarios para poder robarles lo que les queda, porque riqueza no tienen», concluyó.

Asimismo, Eduardo Delmonte -de la Corriente Clasista y Combativa (CCC)- explicó que «los pueblos originarios son preexistentes a las propias naciones, si nos remontamos a la historia. Ellos han dado su sangre en la lucha por la independencia, pero acá una oligarquía se adueñó y fue construyendo un Estado a base de la matanza de los pueblos y el robo de sus tierras».

«Esto pone en evidencia el origen espurio que tuvo la gran propiedad de la tierra en Argentina, que ha surgido de un delito de lesa humanidad como un genocidio. Por eso se los quiere callar a cualquier costo, incluso con la muerte», añadió el referente de la CCC.

Delmonte terminó argumentando que «no es casual lo que está haciendo el gobierno de Macri en el sur. Quieren poner en oferta las tierras disponibles y garantizar los derechos a las multinacionales. Es una presión continua en manos de las potencias extranjeras».