Por Gisela Gentile

¿Cuánto resistirá el planeta los embates de un ser humano que explota los recursos naturales a como dé lugar? La región Delta del Paraná sigue siendo azotada por una crisis ambiental que se da por muchos flancos, incendios de cientos de hectáreas, sequías y una bajante histórica que ha puesto en observación el suministro de agua para la región.

Basta con voltear la mirada hacia el este y observar como el paisaje se ha modificado por la acción del hombre, escenarios pocos comunes, pero a los que últimamente nos estamos acostumbrando. Un caudal de agua que baja a diario, barrancas y riberas que se desmoronan. Una situación claramente preocupante que se agrava si le sumamos que el oleaje de los barcos, en un contexto de menor altura del río, socava acantilados hasta dejarlos sin sustento. “Vemos como desaparece nuestra superficie costera, nuestra historia, los humedales y toda la vida que habita ahí”, dijo Mónica Peralta con tono de preocupación a Conclusión.

Sin dudas que la crisis ambiental es profunda, y se acrecienta aún más si le agregamos a este grave escenario que, desde mayo, se vienen realizando tareas de sobredragado tendientes a elevar la profundidad del río. Según medios especializados en agronegocios, la meta es aumentar dos pies adicionales para compensar el bajo nivel del río con el fin de facilitar el tránsito fluvial disponiendo, para tal objetivo, de cinco dragas en actividad las 24 horas y los siete días de la semana.

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Ante esta dramática situación la diputada santafesina criticó la decisión de las autoridades nacionales y provinciales de autorizar este trabajo. “De una vez por todas habrá que ser claros y responder sí garantizar la continuidad de un modelo vale más que cuidar nuestro ambiente. O sí, por el contrario, se le seguirá poniendo precio al futuro, como describen con precisión los exportadores cuando dicen que, <el bajo nivel del río representó en 2020 una pérdida de 244 millones de dólares para las exportaciones de granos por no poder cargar los buques en los niveles habituales>”, enfatizó.

Es preocupante el silencio del gobierno de Santa Fe ante las tareas de dragado que se vienen realizando día y noche en el Paraná, siendo nuestra provincia la más afectada de la llamada Hidrovía con 800 de los 1200 kilómetros de extensión sobre sus costas

Peralta calificó de <extrema gravedad> la decisión de avanzar en estos trabajos sobre un río ya golpeado por la bajante. Además cuestionó “el silencio del gobierno de Santa Fe ante las tareas de dragado que se vienen realizando día y noche en el Paraná siendo nuestra provincia la más afectada de la llamada Hidrovía con 800 de los 1200 kilómetros de extensión sobre sus costas”.

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Luego que se conociera esta inquietante información sobre trabajos que la empresa belga comenzó a realizar en el Paraná frente a la bajante, la diputada presentó un proyecto en la legislatura santafesina, que este último jueves logró sanción. El mismo tiene como propósito que el Poder Ejecutivo de cuenta de dichos permisos y también le solicitó al gobierno provincial la urgente convocatoria al PIECAS (Plan Integral Estratégico para la Conservación y Aprovechamiento Sostenible en el Delta del Paraná) .  “Queremos saber quién autorizó a la empresa Jan De Nul a sobredragar con dos pies adicionales el río Paraná”, indicó la legisladora al momento de ingresar dicho proyecto en la Cámara de Diputados, que también contó con el acompañamiento de sus pares Rubén Giustiniani, Ariel Bermúdez, Erica Hynes, Carlos Del Frade y Gabriel Real.

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Para finalizar Peralta, quien también forma parte de la Comisión de Medioambiente y recursos naturales de la Cámara de Diputados, esbozó una profunda reflexión que invita a repensar cómo será nuestro futuro si esta crisis ambiental continua. “Estamos siguiendo con mucha preocupación como se está comenzando a ver afectada la captación de agua en las siete plantas del río Paraná que brindan suministro de agua potable a más de 2 millones de santafesinos. Santa Fe vive una crisis ambiental que algunos especialistas ya pronostican como la peor de la historia. A los derrumbes y desmoronamientos de la costa que estamos monitoreando, se suman los cambios en los cursos y la velocidad de las aguas que puedan poner en riesgo la estabilidad de obras existentes como las defensas del puente Rosario-Victoria y la protección de la cubierta del Túnel Subfluvial, entre otras”.