Familiares y amigos de la familia Pizzorno concentraron en las puertas del Centro de Justicia Penal para pedir por David (43) y Valentino (8), un padre y un hijo que perdieron la vida el pasado sábado tras ser chocados por un vehículo que, se presume, se encontraba corriendo picadas en Avenida del Rosario y Ayacucho.

Mientras tanto, dentro del organismo judicial se desarrollaba la audiencia imputativa a Pablo M., quien conducía uno de los autos que, se sospecha, realizaba pruebas de destreza y velocidad por la zona sur de la ciudad, maniobras que decantaron en el siniestro donde perdieron la vida David y Valentino y que ocasionaron fuertes lesiones a la esposa y madre de los mismos, quien actualmente se encuentra internada.

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En diálogo con Conclusión, la madre de la mujer que vivenció este hecho aseguró que ninguno de los imputados se comunicaron con las familias de las víctimas y sostuvo: “Se llevaron tres vidas, mi hija quiere justicia y es lo único que la mantiene con vida”.

“Los dos conductores son culpables y asesinos, responsables de que David y Valentino no estén y mi hija este luchando en un hospital no solo con lo físico, sino también con lo anímico. Hay una familia destruida, no es justo para nosotros ni para nadie. Todos los días se ven estas cosas, nunca pensé que iba a estar acá, era mi vida mi nieto, lo crie junto con ellos. Queremos nada más que Justicia”, expresó entre lágrimas la mujer.

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En tanto, la madre de David Pizzorno, manifestó a este medio: “En la familia todos estamos todos mudos. Pedimos Justicia por mi nieto y mi hijo y esperamos que mi nuera se componga, que podamos salir toda la familia adelante, un poco aunque sea. Esto nos arruinó la vida a todos”.

Además, y con la voz quebrada, la madre y abuela de las víctimas aseguró que sintió un poco de “alivio” luego de que se conociera que Pablo M. fue imputado por homicidio simple con dolo eventual y que el juez Facundo Becerra ordenara la prisión preventiva para el acusado.

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Sin embargo, destacó que a su nieto y a su hijo “no se los va a devolver nadie”.

El trágico siniestro se produjo en la madrugada del sábado, cuando dos vehículos –un Citroën C4 manejado por Pablo M. y un Renault Sandero conducido por Germán S.- aparentemente corrían picadas por Avenida del Rosario. La familia Pizzorno se desplazaba en un Citroën C3 por Ayacucho, cuando, al querer cruzar la avenida, son esquivados por el C4 pero embestidos de lleno por el Sandero.