El niño de ocho años diagnosticado con hepatitis severa de origen desconocido, que fue intervenido durante la jornada del martes para realizarle el trasplante de hígado, se encuentra estable y no presentó complicaciones relevantes en las primeras horas del post operatorio, que son consideradas las más críticas.

Así lo informaron desde el Sanatorio de Niños de Rosario, donde el niño se encuentra internado, a través de un comunicado oficial del cuerpo médico que lo intervino quirúrgicamente. Además, informaron que el menor continúa en cuidados intensivos bajo atenta vigilancia.

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Por su parte, en horas de la tarde de este miércoles, la madre del niño dijo en dialogo radial: «Ayer estaba destrozada, pero ahora estoy muy tranquila». Seguidamente, la mujer agradeció a la familia del donante y a los médicos por salvar a su hijo.

«Estoy supercontenta con los médicos y la familia del donante porque era una situación muy complicada y le salvaron la vida a mi nene», dijo en declaraciones a Radio2.

Si bien la intervención quirúrgica resultó exitosa, el equipo médico mantiene un prudente optimismo ante un caso de extrema gravedad, mientras el nene se recupera en la sala de cuidados intensivos.

Además, la mujer comentó cómo vivieron los días previos al trasplante, y habló de la posibilidad de que la donación provenga de algún familiar: «Mi marido no pudo porque tenía hígado graso, mi sobrino tampoco porque tenía una arteria, y cuando estábamos esperando otros estudios llegó esto, que para nosotros fue un milagro».

Y agregó: «Cuando me dijeron que de la sala lo iban a pasar a terapia y que estaba la posibilidad de un trasplante me quise morir porque pensé que era una hepatitis menos agresiva, por eso lo van a estudiar».