Desde el 24 de julio, cuando se dio el primer nacimiento, la flamante Área de Atención Integral de la Mujer del Hospital Roque Sáenz Peña (Laprida 5381) ya albergó cien partos, a través de prácticas enmarcadas en el paradigma del parto respetado que ya comienzan a demostrar importantes cambios, como una sensible baja en la cantidad de cesáreas y un fuerte respeto al apego inmediato entre la madre y el bebé mediante el contacto piel a piel.

Del primer centenar de partos, sólo 18 se realizaron mediante cesáreas, bajando significativamente el número de dicha práctica con un índice de los más bajos en el sistema de salud. Además, todas las mujeres que debieron ingresar al quirófano para esta intervención fueron acompañadas por un familiar. Asimismo, luego del parto los padres pueden permanecer en la sala de neonatología acompañando a sus bebés con ingreso irrestricto.

Otro cambio significativo que se introdujo tiene que ver con favorecer el apego inmediato a través del contacto piel a piel entre la madre y el bebé. Así, se pone inmediatamente al bebé en contacto piel a piel con su mamá, unidos por el cordón, esperando los tiempos necesarios para realizar la ligadura. Además, los profesionales demoran alrededor de dos horas todas las prácticas rutinarias que se realizan al momento del parto, como las mediciones de talla, peso, la vacunación, entre otros, para respetar el íntimo momento del contacto piel a piel. Dichas prácticas favorecen la transición cardiorrespiratoria, el neurodesarrollo, la regulación de la temperatura, previenen la muerte súbita y fomentan la lactancia materna.

Orgullo

La intendenta Mónica Fein resaltó que “desde hace muchos años los rosarinos tenemos un profundo orgullo por el modelo de Salud que hemos construido en la ciudad, y que hoy renovamos con estos cien partos en la mejor maternidad pública del país”. En ese sentido, la mandataria destacó: “Fuimos pioneros y seguimos siéndolo porque cambiamos el paradigma para nacer, y lo hicimos desde el Estado, porque tenemos la convicción de que garantizamos el derecho fundamental de nacer en las mejores condiciones; en igualdad; con un profundo respeto por las mujeres; por las familias y fundamentalmente por el bebé”.

“Tenemos la mejor tecnología al servicio de lo público y emplazada en un barrio de la ciudad, en la zona sur y al acceso de todos”, aseguró la intendenta y a la vez destacó que “si bien el equipamiento es el mejor y es necesario, son fundamentales las herramientas blandas de respetar al otro y garantizar derechos por los que trabajamos todos los días con un gran equipo de profesionales”.

“Con estos 100 nuevos niños decimos nuevamente que en Rosario nacer es cosa seria; implica el respeto de celebrar la vida con un nuevo concepto en relación al parto humanizado y a las prácticas centradas en la noción de familia, y con la mujer con un rol decididamente protagónico”, concluyó Fein.

Menos intervenciones

El paradigma del parto respetado permitió una reducción en las intervenciones médicas sobre el cuerpo de las mamás. En este sentido, desde el municipio destacan que se logró reducir notablemente el uso de medicación durante el trabajo de parto, tanto para disminuir el dolor de las contracciones (vía peridural) o para acelerar el trabajo de parto (oxitocina). Sólo en 12 casos fue necesario aplicar la anestesia peridural, mientras que la colocación de la hormona para estimular las contracciones se redujo de un 78 a un 16 por ciento. En tanto, un 90 por ciento de las mujeres utilizó la ducha o la inmersión para la relajación y analgesia previo a dar a luz. “Yo lo que hago como médica en la sala TPR (Trabajo de Parto, Parto y Recuperación) es ser una espectadora del parto, ver el nacimiento, controlar que esté todo bien”, explicó la neonatóloga Vanesa Ríos, dejando en claro que el rol central durante el proceso es de la madre.

Asimismo, mediante acciones durante el trabajo de parto tales como libertad de movimiento, expresiones de las mujeres y la hidratación por vía oral, se logró disminuir la colocación de sueros intravenosos de un 80 a un 35 por ciento, se redujo la rotura artificial de las membranas ovulares (rotura de bolsa) de un 82 a un 28 por ciento y las episiotomías (corte que se realiza en la vulva para prevenir desgarros) pasaron de un 25 a un 8 por ciento. Por otro lado, las prácticas de la ligadura de cordón oportuno pasaron de un 40 a un 92 por ciento.

Mamás que pueden elegir

Una de las novedades más importantes de la nueva Área de Atención Integral de la Mujer del Sáenz Peña está dada en las salas TPR, donde las futuras mamás realizan el trabajo de preparto, el parto, para luego continuar con su recuperación con su bebé, acompañadas por sus afectos y preservando de esta manera la intimidad y la privacidad en familia. En este espacio, las mujeres pueden adecuar el lugar a sus necesidades y deseos de parir. Así, en los primeros cien nacimientos 16 mujeres eligieron parir sentadas en el banco de parto (de baja altura, que les permite hacer la fuerza de manera vertical), y 7 realizaron el parto bajo el agua, donde los trabajos se desarrollaron por completo en las bañeras de las salas TPR.

En ese sentido, el tocoginecólogo Marcos Bosco, del servicio de obstetricia, destacó la importancia de «entender que el parto no es una patología, que la mujer embarazada no es una paciente, no está enferma, que es un proceso fisiológico que tiene sus tiempos, sus etapas». Y agregó que «cada parto es diferente y lo relevante es poder entender cada caso y brindarle a cada mujer lo que necesite en forma individual, no que sea un estilo de producción en serie donde a todas se las trata de la misma manera».

La nueva Área de Atención Integral de la Mujer del Hospital Roque Sáenz Peña tiene una capacidad de internación de 24 camas en maternidad, 12 nuevas incubadoras en el sector de neonatología, 4 salas de Trabajo de Parto, Parto y Recuperación (TPR) y 2 quirófanos. Entre los diferentes métodos y elementos que se han utilizado para la relajación, las mujeres utilizaron pelotas de esferodinamia, masajes, telas, música, baja iluminación y siempre acompañadas por quien ellas eligieron.