El Palacio Vasallo, donde actualmente funciona el Concejo Municipal de Rosario, es un edificio que está catalogado como patrimonio histórico de la ciudad. Construido en 1911 por el Ingeniero Alejo Infante a pedido del Doctor Bartolomé Vasallo. El edificio se destaca por su calidad arquitectónica y por el valor que para los rosarinos tiene como símbolo de la vigencia de la Democracia. Desde 1952 es la sede del Concejo gracias a su legado, quien lo cedió para que en él se expresen la pluralidad de intereses y opiniones de los ciudadanos.  

 

Bartolomé Vasallo, hijo de genoveses, nació en Gualeguay el 11 de diciembre de 1874 y falleció el 6 de febrero de 1943. Estudió medicina en la Universidad de Buenos Aires y se radicó en Rosario en 1898, donde fue cirujano jefe en el Hospital Rosario (desde 1949 Hospital Doctor Clemente Álvarez) y a partir de 1978 Hospital de Emergencias Dr. Clemente Álvarez. También fue médico del Hospital Italiano “Garibaldi, benefactor de la Liga Argentina contra la Tuberculosis de Rosario y en 1941 fue nombrado miembro de la Academia Nacional de Medicina.

Benefactor de distintas instituciones, también realizó donaciones a la provincia y a la Municipalidad de Rosario, entre ellas la residencia de Córdoba 501,que había mandado a construir en 1911 al ingeniero Alejo Infante. Hoy el Palacio Vasallo, frente al Monumento Nacional a la Bandera, es la sede del Concejo Municipal de Rosario desde el 18 de mayo de 1951 y se inauguró oficialmente el 25 de mayo de 1952. Anteriormente el Concejo funcionaba en el «Palacio de los Leones», en un recinto contiguo al despacho del intendente.

Además, donó las obras de arte que tenía en la casona y que él mismo había coleccionado con la intención de crear el Museo Vasallo. Sin embargo, esta colección fue subastada por el Concejo Deliberante en diciembre de 1951. Sólo unas pocas piezas quedaron en el palacio y otras fueron llevadas al Museo Julio Marc.

En enero de 2016, el Concejo elaboró un Plan de Trabajo que inició la recuperación de la propiedad luego de años de postergaciones y falta de mantenimiento.

La restauración concluyó en diciembre de 2017 y abarcó trabajos en el interior, recuperación de objetos de valor patrimonial, reparación de las fachadas, la cubierta y la cúpula.