Se viene la 38º edición de Colectividades, la primera edición presencial después de la pandemia y desde la secretaría de Control de la Municipalidad ya diseñaron el operativo de seguridad para garantizar que el evento sea un éxito.

En diálogo con Conclusión, Carolina Labayrú al mando de la cartera de Control brindó detalles de cómo funcionará el estacionamiento y explicó que habrá un estacionamiento sugerido, que va a estar a cargo del hospital Alberdi, en avenida Belgrano desde Sargento Cabral hasta Buenos Aires, y Belgrano desde Pellegrini hasta San Juan. “Según el decreto del Concejo, la tarifa será de un monto de 300 pesos que estará a cargo de la cooperadora del hospital Alberdi. Esta cooperadora es la que también trabaja en La Florida, en el verano. Van a estar identificados, y van a entregar un bono donde figurará el importe”, precisó.

También dijo que varias líneas de colectivos modificarán sus recorridos para que los asistentes a la Feria de Colectividades no deban recorrer tantas cuadras y estar expuestos a hechos de inseguridad. Labayru explicó que «el esquema lo trabajó la secretaría de Movilidad y juntamente con el área de Control diseñamos un cronograma para que los colectivos puedan llegar lo más cerca al acceso principal de Colectividades. Pretendemos que la entrada y salida de los asistentes sea lo más rápida y segura posible».

Asimismo, dijo que de parte de la secretaría de Control van a ser aproximadamente 150 agentes por día los que estarán patrullando el evento.

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Por su parte, Claudio Brilloni, secretario de Seguridad Pública señaló que “en el operativo de la provincia de Santa Fe 170 efectivos van a estar afectados a las Colectividades adentro del predio, en los stands, tratando de evitar todo tipo de maniobra delictiva como arrebato de celulares, pungueo, entre otros”.

“Son 100 efectivos por servicios adicionales y fuera del predio tendremos unos 70 efectivos que van a estar recorriendo las inmediaciones con el objetivo principal de evitar las conductas extorsivas, y se complementa con los policías en motocicletas, el patrullaje diario de la Brigada de Orden Urbano, y el Comando Radioeléctrico”, completó.

Sobre las cámaras que estarán funcionando ese día, dijo que “en la ciudad tenemos 970 cámaras, y para ese día tendremos gente apuntada donde funciona el sistema de video vigilancia (911) así que vamos a estar complementando el trabajo que se haga con la observación en cámaras y el trabajo en la calle”.

“Si de alguna manera se puede resentir la presencia de la policía de la provincia será complementado con el trabajo de Gendarmería, Policía Federal, Prefectura y Policía de Seguridad Aeroportuaria”, tranquilizó Brilloni.

Inseguridad

Consultado sobre los hechos de violencia e inseguridad que no dan tregua en la ciudad, el secretario de Seguridad Pública consideró que hay que “doblegar el trabajo preventivo con la policía de la provincia también el trabajo sinérgico con las fuerzas federales, incrementar el trabajo de inteligencia criminal y de investigaciones judiciales”.

“Es cierto que los números no son los que deseamos pero también es cierto que en lo que va del año tenemos 725 armas incautadas por la policía de la provincia de Santa Fe, 450 detenciones de personas con pedido de captura, tenemos secuestros de drogas en distintos procedimientos. Y ese es el camino, trabajando de manera mancomunada con todos los sectores de la sociedad”, valoró.

Entre los principales inconvenientes, expresó la faltante de recursos humanos y logísticos, pero que “prontamente van a ser incorporados. A mediados de diciembre se incorporan a la calle cerca de 1.400 policías y a fines de diciembre 785 empleados administrativos para el 911, el sistema de video vigilancia y en la central de operaciones de la policía, y eso va a permitir extraer de esos lugares policías que no pueden estar en la calle porque están haciendo monitoreo o atendiendo llamadas”, destacó optimista.

Finalmente, admitió que “los vecinos y nosotros sabemos dónde están los bunkers pero lo allanamientos requieren de una investigación, de todo un proceso que lleva su tiempo. Por eso necesitamos herramientas judiciales más expeditivas para que podamos trabajar con mayor celeridad. El problema es el sistema, y el delito va más rápido que el sistema”.