Moños, colaboración y mucho amor. El salón Metropolitano se vistió de color, chicos con pecheras rojas recibían a los autos y ordenaban el tránsito. Al ingresar al salón, todo se ilumina con el decorado de los papeles de regalo de las cientos de cajas que lo adornan. Es que la organización Noche Buena para Todos, está recibiendo las cajas que distintas personas, grupos, organizaciones, colegios, etc., prepararon para una familia carenciada.

En diálogo con Conclusión, Maia, Mónica y Peli, contaron como fue la repercusión este año y cómo va la recaudación de las cajas.

Faltan tres horas y ya el salón está minado de cajas. “Hasta las tres de la tarde la gente tiene tiempo de traer su caja y las últimas horas es donde más concurre la gente”, cuenta Maia. El paisaje, muestra un movimiento constante y un desfile de chicos y grande trayendo y llevando cajas de un lugar a otro.

Todo muy organizado

Al llegar a Metropolitano, chicos a partir de doce años reciben la caja, la cargan en un carrito y la llevan para adentro del predio.

“Todos los chicos son voluntarios que vienen a las ocho de la mañana, descargan y entran pasan por el control y las acomodan de acuerdo a la institución “, relataron las colaboradoras y agregaron: “La logística empieza cuando llega la caja (la cual tiene un rótulo que indica la familia designada y la institución que la entregará) pasa por el control y luego los colaboradores la ordenan en fila detrás de la mesa que corresponde a la institución”.

“Otro momento fuerte de la movida es cuando vienes los sacerdotes de las parroquias a retirar las cajas correspondientes a su comunidad. Ahí hay que tener sumo cuidado con las cajas para que no se maltraten y vayan al destino correcto”, contaron.

Mónica, Peli y Maian sostienen que son aproximadamente cien cajas por parroquia más o menos.

“Este año, se armaron más de 2400”.

Los voluntarios que ayudan durante la jornada, pertenecen a las mismas instituciones que reciben las cajas, grupos de scouts de Rosario, voluntariado de empresas, familiares y amigos.

 

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“Lo lindo sería que cada vez menos necesitaran, pero si hay necesidad y uno puede llegar y dar una mano para ofrecerles una mejor navidad, estamos dispuestos”, enfatizó Peli.

En tanto, las tres afirman que año a año, se incrementas las familias carenciadas que reciben cajas; y si bien es algo positivo, se debe tener en cuenta que si esto sucede es porque cada vez son más las familias carenciadas que no tienen recursos para pasar una buena noche de navidad.

“Algo que paso este año, es que las familias voluntarias que arman esas cajas se iban sumando, por lo cual nos incitó a pedir que nos designen más familias carenciadas las parroquias.La respuesta de la gente fue impresionante este año, por eso hicimos más cajas que los años anteriores”, describieron.

La caja y su significado.

“Cada caja es un mundo y tiene una historia detrás que es algo increíble. La caja parece que tiene una significación material, pero es más fuerte la connotación emocional que tiene. Tanto para el que recibe, como para el que la arma”, manifiesta Maia.

Por su parte, Peli aclaró que ellas son consientes que con una caja, no le va a cambiar la realidad en la que vive esa familia pero saben que “por una noche se van a sentir valorados y que alguien lo tuvo en cuenta”. “Es gente postergada, donde la necesidad no es económica solamente sino que es de amor. Y saber que otra familia que no los conoces se tomó tiempo y esfuerzo para embellecerles la navidad”, cerró.

Al preguntarles sobre qué mensaje le darían a la sociedad respecto de esta movida, ella contestó: “Me gustaría que escuchen el testimonio de alguien quien arma la caja por primera vez”.

“Noche buena para todos saca lo mejor de cada uno de nosotros, tanto para el que arma como para el que recibe”.

Nota de Redacción

Tal como lo pidió Maia, Conclusión decidió contar su experiencia. Porque desde agosto, esta redacción se embarcó en esta movida que sin dudas movilizó a todos. Para resumir en pocas palabras el sentimiento colectivo, pudimos corroborar lo que las colaboradoras dijeron: Noche Buena para Todos saca lo mejor de nosotros.

El saber que la familia que nos asignaron, tendrá una navidad diferente, nos llenó de emoción y nos movilizó. Nos otorgaron la posibilidad de preparar una caja para una familia de cinco integrantes: Una mamá de 35 años; sus tres hijas de 18,15y 12 años y un nieto de dos.

El trabajo fue en equipo, cada uno con lo que quiso colaborar, algunos se sintieron más cómodos aportando el dinero al fondo común para destinarlo a los alimentos y otros se encargaron de los regalitos.

Pero no sólo nos involucramos los de la redacción. La hija de una de nuestras compañeras, quiso hacerle un dibujo a la familia. Por otra parte, la mujer de otro integrante del equipo, no sólo se encargó de decorar la caja, sino que  aportó un regalito para cada integrante y una bolsa de golosinas para todos.

Con esto queremos decir, que la experiencia nos llegó a todos de una manera distinta, que traspaso la puerta de la redacción y llegó a los hogares de cada uno de nosotros y a nuestros seres queridos quienes se sumaron a colaborar.

No dio lo mismo la selección de los regalos, nadie que se encargó de elegirlos lo tomó a la ligera y compró por comprar. Cada uno de los paquetes, lleva el nombre del integrante de la familia a quien corresponde y representa lo que nos generó en el cuerpo imaginarnos a ese niño, niña, recibiendo presente la noche buena.

No nos alcanzó una caja y tuvimos que anexarle otra, por lo cual fue otro lindo momento envolverla en la redacción y alistarla para que esté todo correcto antes de la entrega.

Llegó el día, y fuimos a dejar la caja a Matropolitano. Todo fue movilizante. Llegar, y ver a niños colaborando, a cientos de cajas listas para entregar nos puso la piel de gallina.

Esas dos mil cuatrocientas familias van a abrir una caja en noche buena que otras miles de personas desconocidas pensaron para ellos y las llenaron de amor y mensajes de esperanza.

¿La Conclusión?, Cuanto nos cuesta salir de nuestra zona de confort y tomarnos un rato de nuestro tiempo para registrar que otro está necesitando de nosotros;  con que poco hacemos felices a quienes muchos le dan la espalda y por último, qué fácil se hace el trabajo cuando es en equipo. Por eso, esta redacción asumió el compromiso de hacer una caja este año… pero sabemos que es la primera de muchas otras más.