Ausencia preocupante. Que se reitere la falta de insumos médicos en la salud pública y privada del país es algo que inquieta a todos los actores de la salud. El secretario de la Cámara de Insumos Médicos de Rosario, Miguel Buz, declaró que esta situación “viene desde hace unos dos años, más después de que se pusiera el cepo a las importaciones. No autorizan importaciones de jeringas, por ejemplo”.

“El consumo de jeringas son 40 millones por mes. En el país se fabrican entre 3 y 4 millones por mes. Al 31 de diciembre de 2012, habían entrado 368 millones de jeringas. Al 30 de agosto de 2014 habían ingresado 168 millones”, enumeró Buz.

El secretario informó que este desfasaje “se fue manteniendo con el stock que tenían los importadores, los distribuidores y las instituciones. Hoy estamos en falta. Pero para que de China llegue acá la mercadería pasan 90 días. También se fue cortando la cadena de la salida de barcos. Y cuando llegan necesitan 15 días de almacenamiento para cumplir con los requisitos de la Anmat (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica), que es una manera de controlar que el producto no tenga inconvenientes».

A su vez, Buz explicó la problemática con respecto al poco material con el que cuenta cada proveedor de servicio: “Estamos con cuentagotas y con cualquier marca, sin hablar de malas calidades. Estimo que esto puede empezar a regularizarse para la entrega del día a día, sin stock, a fines de febrero. Y de ahí hay que encontrar lo que sea. Incluso hoy los compradores no se fijan en el precio, sino en tener algo de stock”, definió el secretario.

A su vez, en diálogo con Conclusión Buz manifestó que el “suministro podría normalizarse, algo, a fines de febrero”.

De igual modo, el directivo enfatizó en que el problema no se registra solamente en el suministro de jeringas, hay cantidad de aparatos que “no están funcionando porque no entran los repuestos, que no son autorizados para traer. Pero un repuesto puede venir en una urgencia en un avión, pero una jeringa, por ese modo, cuesta 300 pesos traerla. No hay criterio. Yo soy un arriesgado al hablar, pero las confederaciones, las asociaciones, los importadores tienen miedo por las presiones o las réplicas que pueden tener».

Teniendo en cuenta el debate que se viene dando hace unos días con respecto a la falta de productos femeninos en las distintas farmacias y supermercados, Buz dijo: “Me preocupa mucho más que no se autorice el ingreso de jeringas al país que la falta de tampones”.